Para ello, se han analizado los datos procedentes de dos estudios de seguimiento prospectivo a largo plazo realizados sobre una muestra de pacientes libres de enfermedad cardiovascular y de cáncer, el Nurses' Helath Study elaborado sobre 74.341 mujeres (1984-2010) y el Health Professionals Follow-Up Study realizado en 43.744 hombres (1986-2010). En ambos estudios, se preguntó a los pacientes por su frecuencia de consumo de cereales integrales mediante cuestionarios que se les iba realizando cada dos o cuatro años.
En concreto, el estudio defiende que por cada 28 gramos de cereales integrales ingeridos se reduce un 5 por ciento el riesgo de muerte prematura y un 9 por ciento el riesgo de muerte por causa cardíaca. "Así, cuantos más cereales integrales consumamos más estaremos disminuyendo el riesgo de mortalidad cardiovascular", ha destacado María Elisa Calle Purón, coordinadora del Comité Científico del Programa Alimentación y Salud de la FEC (Pasfec) y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Se trata de un estudio que aporta datos relevantes ya que, "se ha realizado sobre una cohorte de seguimiento bien controlada en la que, después de haber ajustado los datos a otras variables que podrían afectar al riesgo de muerte de la persona, como son la edad, el índice de masa corporal o el tabaquismo, se ha observado que el consumo de cereales integrales sigue asociándose a una reducción de la mortalidad global y de la mortalidad por causa cardiovascular", ha destaca la doctorado.
SIN PROCESO DE REFINAMIENTO
Según señala el estudio, los cereales integrales al no haber sido sometidos a un proceso de refinamiento conservan todas las partes que conforman el grano del cereal: el salvado, la cáscara externa que protege la semilla; el germen, embrión que hay dentro de la semilla; y el endospermo, que constituye la parte más abundante del grano del cereal y la principal fuente de alimentación cuando la planta empieza a nacer del germen.
Junto a esto, destaca los cereales no refinados poseen mayor número de nutrientes (vitaminas y minerales) y proporcionan una de las mayores fuentes de fibra que tenemos, esta es la razón por la cual son tan saludables, ya que la fibra ayuda a ralentizar la digestión y previene los aumentos peligrosos de los niveles de azúcar en sangre.
"Los cereales integrales, al tener tanta fibra, relentecen y disminuyen la absorción tanto de colesterol como del azúcar. De esta forma, contribuyen a disminuir el riesgo de diabetes en la edad adulta y también ayudan a disminuir los niveles de colesterol total", ha explicado María Elisa Calle.
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