¿Para que se utiliza la homeopatía?
La
homeopatía es eficaz para prevenir y tratar tanto enfermedades agudas (gripe,
tos, diarrea, crisis de migraña, contusiones etc.) como crónicas (alergia,
dermatitis, asma, afecciones reumáticas, ansiedad etc.), en infecciones
de repetición (garganta, oídos, ginecológicas, urinarias….), e incluso
en cuidados paliativos (control de síntomas como dolor o
estreñimiento y alivio de efectos secundarios como las nauseas de la
quimioterapia...).
La
homeopatía está indicada también para tratar trastornos digestivos y
enfermedades de origen nervioso, además de estimular el sistema inmunitario
para combatir enfermedades infecciosas (aunque no puede eliminar los agentes
patógenos que las causan).
Los medicamentos homeopáticos tienen
la ventaja de que en general, no presentan contraindicaciones, interacciones
medicamentosas ni efectos adversos relevantes relacionados con la toma del medicamento, por lo que se recomiendan
habitualmente para todo tipo de pacientes, incluso niños, embarazadas y
enfermos polimedicados.
Aunque tiene detractores que dudan de su
efectividad y opinan que sus beneficios se deben al efecto placebo (mejora objetiva o subjetiva que
experimenta un paciente tras la administración de un medicamento que, en
realidad, no tiene ninguna actividad, o no está indicado su uso en la afección
que padece), los expertos en la materia aseguran que su eficacia está
comprobada e insisten en cualidades como la falta de
toxicidad o efectos secundarios, que hacen que resulte
apropiada para mujeres embarazadas, niños o ancianos.
Según el caso, estos medicamentos se utilizan solos, en exclusiva, o junto
a otros tratamientos, sobre todo en enfermedades crónicas. En este caso, la utilización de los tratamientos homeopáticos asociados a
los convencionales, permite en muchos casos, bajo supervisión del especialista,
reducir la medicación convencional y/o sus efectos secundarios.
Como cualquier medicamento, los medicamentos
homeopáticos son de venta exclusiva en farmacias
Cómo se toman los remedios
El médico homeópata determinará la potencia que considere más efectiva para el tratamiento de las
afecciones del paciente.
Los remedios homeopáticos se presentan habitualmente
en forma de gránulos (partículas esféricas que
contienen la sustancia medicinal) y su principal vía de administración es la
sublingual, es decir, que el paciente debe poner el medicamento bajo la lengua
y dejarlo deshacer. Las medicinas homeopáticas también se dispensan en forma de
pastillas, pomadas, supositorios..., pero se considera que la absorción sublingual es la más rápida y efectiva.
Los gránulos deben tomarse en ayunas, y es conveniente evitar el tabaco,
el café y las infusiones, así
como otras sustancias que despiden un fuerte olor, como menta, eucalipto,
cebolla, ajo, etcétera, porque podrían aminorar o suprimir el efecto del
remedio. Es necesario informar al homeópata si se sigue algún tratamiento
farmacológico para que este evalúe la posibilidad de interacción de los
medicamentos.
Nunca hay que automedicarse, ni
tomar un remedio que nos haya sido útil en ocasiones anteriores o que haya
aliviado a un conocido con síntomas similares a los nuestros. Se debe acudir a
un médico con formación homeopática, que es el indicado para prescribir la
medicina adecuada y su correcta posología. Una vez iniciado el tratamiento, es
muy importante seguir en contacto con el médico para notificarle los cambios
observados, especialmente si los síntomas no remiten.
Qué esperar del
tratamiento homeopático
1. La homeopatía
se basa en una curación profunda y permanente.
A veces el proceso de curación implica el re equilibrio previo de otros
sistemas orgánicos implicados indirectamente en el bienestar total del
organismo.
2. Los
medicamentos homeopáticos no curan por ellos mismos.
Actúan como catalizadores o estímulos para permitir a su cuerpo re
equilibrarse y curarse. Esto toma tiempo y los cambios pueden ser sutiles al
principio.
3. Los síntomas
emocionales y mentales son tan importantes como los físicos.
Cuando hay un problema físico desde hace tiempo o una enfermedad crónica,
los síntomas emocionales / mentales siempre son parte de la sintomatología que
necesita ser tratada. Por lo tanto, aunque se busque una curación rápida la
situación física, tal vez hay que experimentar cambios emocionales / mentales
primero. Este es un signo muy bueno de que los problemas físicos mejorarán.
4. La visita
homeopática es larga.
Los homeópatas solemos pasar 60-90 minutos en su primera consulta, ya que
se trata de entenderlo realmente como individuo y cuál de sus problemas afectan
a la salud.
5.La segunda
visita en homeopatía es crucial.
Esta es la oportunidad para que el homeópata que ha hecho la evaluación
correcta en su primera consulta y prescripción, vuelva a evaluar los supuestos
objetivos sobre su caso y lo que es más importante, como ha progresado su
recuperación.
A veces ocurre que un paciente vuelve con la falsa idea de que no se ha
producido mejora de su síntoma principal. Una vez en la consulta y bajo de
interrogatorio detallado del homeópata, a menudo, es evidente que ha habido
mejora en muchas áreas y síntomas y que, por lo general hay una mejora
significativa en su bienestar.
6.Ha de pasar
tiempo entre las consultas.
En la mayoría de los casos las visitas se hacen cada 3-4 semanas. Este
tiempo es que el cuerpo necesita para responder y generar una curación
significativa en los casos crónicos. Por otra parte, si el homeópata repite un
medicamento antes de tiempo puede detener el proceso de curación en seco.
7. Los homeópatas
tratamos a nuestros pacientes por etapas
Hay que tener en cuenta la sensibilidad y reactividad de cada paciente a la
hora de prescribir una potencia adecuada. Puede aparecer un leve agravamiento
de los síntomas en los primeros días de tratamiento, pero siempre que sean
limitados y tolerables, debe considerarse como positivo. El cuerpo empieza a
reaccionar de una forma diferente a la convencional.
Con las visitas posteriores, el homeópata podrá valorar la velocidad de
curación individual y modificar la potencia y el medicamento en función de la
evolución
En resumen
la homeopatía, y especialmente en enfermedades crónicas, el objetivo es ir más
allá del alivio de los síntomas que van apareciendo, se busca ayudar al
paciente a restablecer globalmente su equilibrio natural. Para ello, el médico
homeópata en la consulta tendrá en cuenta, además de los síntomas o problemas
de salud que presenta el paciente, su constitución física y su forma de
reaccionar y sensaciones frente a la enfermedad, además de factores de mejoría
o de empeoramiento. Porque hay personas mas o menos sensibles al medicamento
homeopático(pacientes sensibles). Por eso se dice que el tratamiento,
en homeopatía, es más individualizado.
FUENTE: http://www.boiron.es , http://www.semh.org
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