lunes, 16 de noviembre de 2015

Homeopatía


La Homeopatía es un método terapéutico que utiliza medicamentos homeopáticos para restablecer la salud del paciente. Estos medicamentos se seleccionan de forma individual para el enfermo en función de la ley de similitud, enunciada por el Dr. Samuel Hahnemann, fundador de la Homeopatía, a finales del siglo XVIII.
La ley de similitud o ley de los semejantes dice que una sustancia capaz de producir una serie de síntomas en una persona sana es también capaz de curar síntomas semejantes en una persona enferma, administrándo esa sustancia en dosis mínimas.
Los medicamentos homeopáticos están indicados para tratar cualquier enfermedad ya sea aguda o crónica, en cualquier época de la vida, y pueden utilizarse como tratamiento exclusivo o puede darse junto con otras terapias.
La eficacia de la Homeopatía la avalan los mas de 200 años de experiencia clínica de médicos homeópatas de todo el mundo y los trabajos de investigación que se realizan en este campo.

En resumen podríamos decir que La homeopatía es un método curativo que consiste en tratar las afecciones administrando al paciente pequeñas dosis(la mínima efectiva en cada caso) de aquellas sustancias que, en dosis mayores, producirían a una persona sana síntomas iguales o similares a los que se pretende combatir
La teoría homeopática de Hahnemann está basada en lo que se conoce como 'ley de los similares' (similia similibus curantur o “lo similar se cura con lo similar’”), que establece que para suprimir una enfermedad o dolencia es preciso emplear una sustancia capaz de provocar los mismo síntomas en una persona sana pero, en este caso, la dosis debe ser mínima para cumplir el objetivo de sanar al afectado sin intoxicarle. El objetivo que persigue el homeópata al administrar esta dosis mínima al paciente es activar las defensas de su organismo para mejorar su capacidad de lucha frente a la enfermedad.
EL MEDICAMENTO HOMEOPÁTICO


Los medicamentos para uso Homeopático se preparan a partir de productos de origen vegetal, animal o de productos químicos (minerales u orgánicos). Se parte de tinturas madres para los productos solubles en agua o alcohol, y de trituraciones para aquellos productos que no son solubles en agua ni en alcohol. Durante su preparación, el medicamento Homeopático es sometido a un doble proceso:
Desconcentración progresiva (dilución)
Se puede hacer al 1/10 o al 1/100
Los productos solubles en agua o en alcohol se desconcentran mediante una solución hidro-alcohólica, los insolubles (previamente triturados) se desconcentran mediante una trituración con lactosa. A partir de la 3ª desconcentración el producto se hace soluble y las siguientes desconcentraciónes se realizan ya con solución hidro-alcohólica. Se pueden realizar tantas desconcentraciones al 1/100 como se desee pero lo más frecuente es realizar hasta 30 desconcentraciones.
Agitación vigorosa (dinamización)
Después de cada desconcentración se procede a agitar fuertemente la solución. A este proceso se le llama 'Dinamización'.
En el proceso de fabricación del medicamento homeopático se siguen rigurosamente las indicaciones recogidas en la Farmacopea Francesa o Alemana. La forma de preparación del medicamento homeopático hace que éste carezca de efectos secundarios e interacciones medicamentosas


 

FORMA DE PRESCRIBIR EL MEDICAMENTO HOMEOPÁTICO:
Sabemos que toda sustancia farmacologicamente activa provoca en un individuo sano y sensible un conjunto de síntomas que son característicos de esa sustancia y que llamamos patogenesia .

Toda persona enferma presenta un cuadro clínico característico de su enfermedad y de su forma de enfermar. Hay una serie de síntomas y signos que caracterizan la enfermedad y que permiten hacer el diagnóstico nosológico. Pero además existen una serie de síntomas y signos que son característicos de su forma de enfermar y que quizás no presente otro enfermo con la misma enfermedad.

Para tratar a una persona enferma con un medicamento homeopático tenemos en cuenta tanto los síntomas característicos de la enfermedad como los síntomas particulares de la reacción del enfermo ante la enfermedad y le daremos aquel medicamento homeopático que experimentalmente sea capaz de provocar en un sujeto sano el conjunto de síntomas que presenta el enfermo.

El médico homeópata, es decir aquel que habitualmente o preferentemente utiliza los medicamentos homeopáticos, ante una persona enferma, procede en primer lugar a realizar una historia clínica detallada, a explorar al enfermo y a pedir todas las pruebas complementarias necesarias para llegar al diagnóstico de la enfermedad. Una vez hecho el diagnóstico y en función del cuadro clínico que presente el enfermo, decidirá cual es la terapéutica más adecuada para él: cirugía, tratamiento farmacológico convencional, tratamiento homeopático o ambos, fisioterapia etc...

Este aspecto es muy importante porque pone de relieve que la homeopatía es un método terapéutico que aporta al médico otra arma terapéutica más, segura y eficaz.

El medicamento homeopático no es específico de una enfermedad determinada sino que es específico de una 'forma de enfermar', esto hace que una misma enfermedad, en diferentes personas, pueda ser tratada con diferentes medicamentos en función del cuadro de reacción que presente cada enfermo y que un mismo medicamento pueda servir para tratar diferentes enfermedades siempre que el cuadro clínico del enfermo coincida con la patogenesia de ese medicamento. Por ello la homeopatía es una terapéutica individualizada.

¿Para que se utiliza la homeopatía?

La homeopatía es eficaz para prevenir y tratar tanto enfermedades agudas (gripe, tos, diarrea, crisis de migraña, contusiones etc.) como crónicas (alergia, dermatitis, asma, afecciones reumáticas, ansiedad etc.), en infecciones de repetición (garganta, oídos, ginecológicas, urinarias….), e incluso en cuidados paliativos (control de síntomas como dolor o estreñimiento y alivio de efectos secundarios como las nauseas de la quimioterapia...).
La homeopatía está indicada también para tratar trastornos digestivos y enfermedades de origen nervioso, además de estimular el sistema inmunitario para combatir enfermedades infecciosas (aunque no puede eliminar los agentes patógenos que las causan).
Los medicamentos homeopáticos tienen la ventaja de que en general, no presentan contraindicaciones, interacciones medicamentosas ni efectos adversos relevantes relacionados con la toma del medicamento, por lo que se recomiendan habitualmente para todo tipo de pacientes, incluso niños, embarazadas y enfermos polimedicados.
Aunque tiene detractores que dudan de su efectividad y opinan que sus beneficios se deben al efecto placebo (mejora objetiva o subjetiva que experimenta un paciente tras la administración de un medicamento que, en realidad, no tiene ninguna actividad, o no está indicado su uso en la afección que padece), los expertos en la materia aseguran que su eficacia está comprobada e insisten en cualidades como la falta de toxicidad o efectos secundarios, que hacen que resulte apropiada para mujeres embarazadas, niños o ancianos.

Según el caso, estos medicamentos se utilizan solos, en exclusiva, o junto a otros tratamientos, sobre todo en enfermedades crónicas. En este caso, la utilización de los tratamientos homeopáticos asociados a los convencionales, permite en muchos casos, bajo supervisión del especialista, reducir la medicación convencional y/o sus efectos secundarios.
Como cualquier medicamento, los medicamentos homeopáticos son de venta exclusiva en farmacias

Cómo se toman los remedios

El médico homeópata determinará la potencia que considere más efectiva para el tratamiento de las afecciones del paciente.

Los remedios homeopáticos se presentan habitualmente en forma de gránulos (partículas esféricas que contienen la sustancia medicinal) y su principal vía de administración es la sublingual, es decir, que el paciente debe poner el medicamento bajo la lengua y dejarlo deshacer. Las medicinas homeopáticas también se dispensan en forma de pastillas, pomadas, supositorios..., pero se considera que la absorción sublingual es la más rápida y efectiva.

Los gránulos deben tomarse en ayunas, y es conveniente evitar el tabaco, el café y las infusiones, así como otras sustancias que despiden un fuerte olor, como menta, eucalipto, cebolla, ajo, etcétera, porque podrían aminorar o suprimir el efecto del remedio. Es necesario informar al homeópata si se sigue algún tratamiento farmacológico para que este evalúe la posibilidad de interacción de los medicamentos.

Nunca hay que automedicarse, ni tomar un remedio que nos haya sido útil en ocasiones anteriores o que haya aliviado a un conocido con síntomas similares a los nuestros. Se debe acudir a un médico con formación homeopática, que es el indicado para prescribir la medicina adecuada y su correcta posología. Una vez iniciado el tratamiento, es muy importante seguir en contacto con el médico para notificarle los cambios observados, especialmente si los síntomas no remiten.
Qué esperar del tratamiento homeopático
1. La homeopatía se basa en una curación profunda y permanente.
A veces el proceso de curación implica el re equilibrio previo de otros sistemas orgánicos implicados indirectamente en el bienestar total del organismo.
2. Los medicamentos homeopáticos no curan por ellos mismos.
Actúan como catalizadores o estímulos para permitir a su cuerpo re equilibrarse y curarse. Esto toma tiempo y los cambios pueden ser sutiles al principio.
3. Los síntomas emocionales y mentales son tan importantes como los físicos.
Cuando hay un problema físico desde hace tiempo o una enfermedad crónica, los síntomas emocionales / mentales siempre son parte de la sintomatología que necesita ser tratada. Por lo tanto, aunque se busque una curación rápida la situación física, tal vez hay que experimentar cambios emocionales / mentales primero. Este es un signo muy bueno de que los problemas físicos mejorarán.
4. La visita homeopática es larga.
Los homeópatas solemos pasar 60-90 minutos en su primera consulta, ya que se trata de entenderlo realmente como individuo y cuál de sus problemas afectan a la salud.
5.La segunda visita en homeopatía es crucial.
Esta es la oportunidad para que el homeópata que ha hecho la evaluación correcta en su primera consulta y prescripción, vuelva a evaluar los supuestos objetivos sobre su caso y lo que es más importante, como ha progresado su recuperación.
A veces ocurre que un paciente vuelve con la falsa idea de que no se ha producido mejora de su síntoma principal. Una vez en la consulta y bajo de interrogatorio detallado del homeópata, a menudo, es evidente que ha habido mejora en muchas áreas y síntomas y que, por lo general hay una mejora significativa en su bienestar.
6.Ha de pasar tiempo entre las consultas.

En la mayoría de los casos las visitas se hacen cada 3-4 semanas. Este tiempo es que el cuerpo necesita para responder y generar una curación significativa en los casos crónicos. Por otra parte, si el homeópata repite un medicamento antes de tiempo puede detener el proceso de curación en seco.
7. Los homeópatas tratamos a nuestros pacientes por etapas
Hay que tener en cuenta la sensibilidad y reactividad de cada paciente a la hora de prescribir una potencia adecuada. Puede aparecer un leve agravamiento de los síntomas en los primeros días de tratamiento, pero siempre que sean limitados y tolerables, debe considerarse como positivo. El cuerpo empieza a reaccionar de una forma diferente a la convencional.
Con las visitas posteriores, el homeópata podrá valorar la velocidad de curación individual y modificar la potencia y el medicamento en función de la evolución



En resumen la homeopatía, y especialmente en enfermedades crónicas, el objetivo es ir más allá del alivio de los síntomas que van apareciendo, se busca ayudar al paciente a restablecer globalmente su equilibrio natural. Para ello, el médico homeópata en la consulta tendrá en cuenta, además de los síntomas o problemas de salud que presenta el paciente, su constitución física y su forma de reaccionar y sensaciones frente a la enfermedad, además de factores de mejoría o de empeoramiento. Porque hay personas mas o menos sensibles al medicamento homeopático(pacientes sensibles). Por eso se dice que el tratamiento, en homeopatía, es más individualizado.

FUENTE: http://www.boiron.es   ,  http://www.semh.org

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