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Psoriasis y plantas medicinales
La psoriasis es
una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel, cuyas causas no
se conocen exactamente. Tiene un componente autoinmune y hereditario,
aunque éste no es un factor determinante, es decir, no es seguro que una
persona con antecedentes familiares de psoriasis vaya a desarrollar la
enfermedad.
La psoriasis es una enfermedad crónica
de la piel, no contagiosa, que puede afectar a cualquier parte del cuerpo,
aunque es más frecuente en codos, rodillas, manos, pies y cuero cabelludo.
Aunque la psoriasis puede ser casi
imperceptible en las primeras fases, los pacientes suelen comentar la presencia
de picores o sensación de quemazón cuando la
enfermedad progresa. En particular, la placa psoriásica normalmente aparece al
principio sólo como una marca rojiza pequeña, que con el tiempo tiende a
aumentar y a hacerse molesta. Entre un 10 y un 30 por ciento de los pacientes
con psoriasis también desarrollan una forma de artritis denominada artritis
psoriásica.
2. ¿ES CONTAGIOSA?
No es contagiosa. Puede afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque
es más frecuente en codos, rodillas, manos, pies, uñas y cuero
cabelludo.
Entre los posibles desencadenantes y
agravantes de los brotes están el estrés, las heridas dermatológicas y algunas
infecciones o medicamentos. Algunos pacientes desarrollan además una forma de
artritis llamada artritis psoriásica (10 a 30%).
3. CAUSAS
La causa exacta de la aparición de
psoriasis es desconocida, y entre los posibles desencadenantes que
dan lugar a su aparición están situaciones de estrés, heridas dermatológicas,
algunas infecciones o determinados medicamentos. Existen personas que por suherencia tienen
una predisposición a padecerla, pero no quiere decir de forma segura que
lleguen a presentarla.
En las personas sin psoriasis, las
células epidérmicas maduran y se desprenden cada 28 días. En las pieles
psoriásicas, las células de la piel presentan ciclos de entre 3 y 6
días, con lo cual el cuerpo no puede desprenderse de ellas tan rápido y se
acumulan en las típicas lesiones que se forman.
4. TRATAMIENTO
Aunque no existe un
tratamiento definitivo para la psoriasis, sí que algunos pacientes consiguen
estar libres de lesiones durante períodos más o menos largos. En muy pocos
casos las lesiones no vuelven a aparecer, y por tanto en la mayoría de
pacientes se mantiene como una enfermedad crónica a lo largo
de toda la vida, alternando períodos mejores que otros.
Para establecer el tratamiento, se
tienen en consideración distintos factores, como la clase de
psoriasis y su gravedad, así como la extensión que alcanza.
Asimismo, es importante el área concreta afectada, e incluso
la edad del paciente.
Normalmente el tratamiento será tópico en
los casos en que las lesiones sean de leves a moderadas. El
dermatólogo quizás prescriba fototerapia si la afectación se considera
de moderada a grave, o incluso fármacos orales o
inyectables en los casos severos o incapacitantes.
El dermatólogo es quien
debe establecer el tratamiento en función del tipo de psoriasis, de su
extensión y gravedad, del área afectada y la edad. Existen diferentes
tratamientos: tópico (lesiones leves a moderadas), fototerapia UV (psoriasis
moderada a grave), oral o inyectable (en los casos más severos). No deben
utilizarse tratamientos sin prescripción médica.
5. LA IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN
Es recomendable una alimentación
equilibrada, rica en fibra y en ácidos grasos
omega-3 que se encuentran en los pescados azules.
Como complemento pueden ser útiles los
preparados que contienen aceites vegetales ricos en omega-3, como
los aceites de semillas de lino, nuez, soja, germen de trigo o avellana,
y también los que aportan ácidos grasos omega-6 como los
aceites de borraja, onagra, pepitas de uva o pepitas de grosella negra.
6. ¿PUEDEN AYUDARME LAS PLANTAS MEDICINALES?
Las principales plantas medicinales
usadas por vía oral para aliviar las manifestaciones de psoriasis, atendiendo a
los distintos factores que pueden desencadenar o agravar los brotes, son: calaguala (inmunomoduladora), Curcuma
longa (antiinflamatoria),cardo mariano o alcachofera (depuración
hepática), y semillas de lino o de Plantago ovata (regulación
intestinal).
En productos de higiene o en preparados
para el cuidado de la piel (hidratantes y regeneradores), algunas de las
plantas más utilizadas son: aloe (gel), árbol del té (Melaleuca
alternifolia), caléndula, cúrcuma, mahonia (M.
aquifolium), tepezcohuite (Mimosa tenuiflora), onagra
y borraja.
7. BAÑOS DE MAR Y RELAJACIÓN
La combinación de baños de mar,
y en especial en el Mar Muerto por las características climáticas y de sus
aguas, y situaciones de no-estrés son especialmente
beneficiosas para estos pacientes. Pero debe vigilarse la exposición al
sol, ya que si se presentan quemaduras aún pueden empeorar más las lesiones
o aparecer otras nuevas en las áreas afectadas.
8. CONSEJOS
·
Es fundamental mantener una buena
hidratación de la piel. Para conseguirlo, serán precisos mayores cuidados en
épocas como el invierno, especialmente en ambientes que por la calefacción son
más secos.
·
Durante años, los corticoides tópicos
han sido el tratamiento de referencia, pero actualmente se han desarrollado
nuevos fármacos, y otros están en fases avanzadas de investigación.
·
La luz solar puede aportar un efecto
positivo en el manejo de la psoriasis, y ello es la base de los tratamientos
con radiación ultravioleta.
Dermatitis de contacto
La dermatitis o eccema de
contacto es una lesión de la piel como respuesta a sustancias que pueden actuar como irritantes o como
desencadenantes de alergia. Si bien existen sustancias a las que un mayor
número de personas son sensibles, generalmente éstas suelen responder a las
características de cada persona y, por tanto, a una gran variabilidad.
En la dermatitis de contacto pueden
presentarse lesiones de forma aguda o crónica. Las irritaciones agudas se
caracterizan por la presencia de vesículas y enrojecimiento, mientras que
las crónicas suelen presentar una piel engrosada y seca que se
rompe con facilidad. En esta fase crónica no hay vesículas y predomina la
descamación. Asimismo, en ambos casos es habitual el escozor intenso, que lleva
al paciente al rascado continuo, con el consiguiente riesgo de infección de las
heridas. La evolución depende de la frecuencia de exposición a la sustancia y
de su potencial de originar la reacción. En general, si el contacto con el
desencadenante no persiste, las lesiones se curan en un tiempo que va de una a
cuatro semanas. Generalmente, desaparecen sin dejar lesiones residuales en la
piel, siempre que se esté alejado del producto causante.
2. TIPOS
·
Dermatitis irritante. La dermatitis de contacto de causa irritante es
la más frecuente. Se debe a la exposición continua a sustancias irritantes
suaves, como jabones, que causan sequedad, fisuras y enrojecimiento.
Obviamente, esta irritación se producirá con mayor intensidad cuanta mayor sea
la concentración del producto y el tiempo de exposición a él.
·
Dermatitis alérgica. Por otro lado, la dermatitis de contacto alérgica se
produce por una reacción de hipersensibilidad a partir de las lesiones que
desencadenan algunos metales como el níquel, conservantes, tintes y perfumes,
entre otras sustancias.
Para diagnosticar la sustancia que causa el problema, se requiere una
evaluación detallada de los hábitos personales del enfermo y de sus ocupaciones
laborales, lo que permite al dermatólogo sospechar de
determinados productos.
Una vez detectado el problema, posteriormente, se procede a su verificación
mediante la realización de pruebas cutáneas. Estas pruebas consisten en la
aplicación sobre la piel de una pequeña muestra de la sustancia (o sustancias)
sospechosa cubierta con un parche adhesivo. Pasadas 48 horas se retira el
parche y se valora la intensidad de las lesiones. Si la reacción es positiva y
el paciente maneja el producto, se tiene la certeza de que es el
desencadenante.
3. ¿LA DERMATITIS DE CONTACTO NO TIENE PROCESO
CURATIVO?
La dermatitis de contacto, sea irritante
o alérgica, es un proceso que no tiene un tratamiento curativo. Simplemente se
trata de evitar el contacto con la sustancia y paliar
con medicamentos tópicos las lesiones.
El dermatólogo puede prescribir pomadas
o cremas con corticoides para disminuir la inflamación. Sin embargo,
éstos suelen ser tratamientos aplicados durante cortos períodos de tiempo,
cuando se ha producido el contacto, para que no presenten efectos adversos. En
caso de que el prurito sea intenso, se administran antihistamínicos orales.
4. CUIDARSE LA PIEL CON UNA BUENA HIGIENE
La higiene de este tipo de piel, que
normalmente es de tendencia seca, deberá hacerse con productos que no alteren
su capa grasa. Se consideran muy adecuados los productos a base de
avena. Las cremas y lociones para después del baño son importantes por los
ingredientes suavizantes que pueden contener para proporcionar alivio, tanto de
la sequedad como del prurito que se presenta en las dermatitis. El farmacéutico
os puede aconsejar los preparados que individualmente podrán ayudar a proteger
y conservar mejor el manto lipídico de vuestra piel.
Finalmente, también es frecuente la
denominada dermatitis del ama de casa, en que la lesión suele presentarse en
las manos, como resultado del uso y contacto diario de productos detergentes.
5. CONSEJOS
·
En las dermatitis de contacto es fundamental evitar
la exposición al producto causante.
·
Los alérgenos pueden
ser muy diversos. Accesorios de la ropa (como botones,
hebillas, cierres), tintes para el pelo, lo mismo que fragancias y perfumes,
pueden causar dermatitis de contacto.
·
Existen productos
especiales para el cuidado de pieles sensibles. El farmacéutico os ayudará a escoger el producto más
adecuado para cada caso.
Dermatitis atópica infantil
Es una enfermedad inflamatoria crónica de la
piel muy frecuente en los niños que se caracteriza por la presencia de
eczemas, picor intensa (incluso por la noche), mucha sequedad y enrojecimiento de la piel. Estas lesiones aparecen de pronto (brotes), se van repitiendo a lo
largo del tiempo y afectan a diferentes áreas según la edad del niño: codos,
rodillas, manos, cuello, cara y cuero cabelludo.
En general, los brotes mejoran en verano,
probablemente porque hay una mayor exposición solar y suelen empeorar en invierno,
primavera y otoño. En algunos pacientes el curso de la enfermedad puede llegar
a ser continuo, con leves remisiones (disminuciones de la intensidad de los
síntomas), si es que hay.
2. CAUSAS
La causa de la dermatitis atópica es desconocida pero
se sabe que intervienen factores genéticos y medioambientales que
afectan al sistema inmunitario. Es importante, aclarar que la dermatitis
atópica no es una alergia a ninguna sustancia determinada y que en ningún caso
se resolverá realizando pruebas alérgicas o eliminando alimentos de la dieta.
Hay que evitar circunstancias y elementos que provocan el prurito, como por
ejemplo, el calor.
Actualmente no existe ningún tratamiento
curativo y la evolución de la enfermedad es impredecible. El tratamiento
del niño atópico requiere un manejo individual complejo, dónde se hace
necesario el control de los factores desencadenantes: cuando aparecen los
brotes agudos cortarlos rápidamente y hacer una cura óptima de la piel,
mediante buenos hábitos de higiene y aplicación de hidratantes y emolientes.
3. FACTORES QUE
LO EMPEORAN
Hay diferentes factores que empeoran la dermatitis
atópica o que desencadenan brotes:
·
Duchas o baños con agua
excesivamente caliente y durante bastante rato.
·
Calefacciones de aire caliente (ex: la de los coches).
·
Abrigar excesivamente al niño.
·
Fricción de la piel.
·
Los agentes irritantes o
productos químicos (jabones, detergentes, cloro, humo del tabaco,
suavizantes de la ropa, aceites minerales o solventes).
·
Los alérgenos (sustancias
que causan al alergia i que se encuentran en la comida, en las plantas o
animales y en el aire) pueden ser desencadenantes de un brote de dermatitis
atópica, siempre que haya una clara relación entre la exposición al mismo y la
aparición del brote.
·
Clima excesivamente seco o frío o
cambios repentinos de temperatura.
·
El estrés emocional
puede contribuir a la gravedad de los brotes.
·
Fibras sintéticas como el nylon y el poliéster, la lana virgen,
los plásticos y las gomas en contacto directo con la piel.
4. TRATAMIENTO
Los medicamentos que se utilizan para aliviar los
síntomas y controlar los brotes en la dermatitis atópica son:
·
los corticoides tópicos de
distinta potencia que se escogerán según las características de la lesión y la
zona a tratar,
·
los antibióticos por si
aparecen las infecciones causadas por bacterias en el caso que el niño se haya
rascado intensamente,
·
y los antihistamínicos orales para
calmar el prurito. En este caso deben utilizarse los que dan sueño (para
conseguir un efecto tranquilizador) y en ningún caso deben utilizarse los
antihistamínicos tópicos.
En casos muy especiales, siempre que el niño/a tenga
más de dos años, y que el médico lo indique, se puede utilizar alguno de los
inmunomoduladores tópicos comercializados.
En general, por lo que respecta a la duración de los
tratamientos en los brotes agudos, se recomienda que se alargue hasta
dos días después
de haber mejorado las lesiones y, sin olvidar
después, que hay que seguir con los emolientes. La fototerapia con
luces especiales ha mostrado ser eficaz en disminuir el prurito y la
inflamación de la dermatitis.
5. CURAS O
RECOMENDACIONES GENERALES
·
Lavar con agua tibia (30ºC)
y hidratar diariamente la piel de vuestro hijo con emolientes 2 veces al día.
No utilizarlos si hay heridas abiertas.
·
Utilizar jabones de pH ácido (4-5).
·
Es aconsejable mantener las uñas
del niño/a cortas y limpias. No rascarse las lesiones.
·
Utilizar ropa de algodón, de
lino o de hilo.
·
Cambiar con frecuencia
el pañal del bebé.
·
Ir con cuidado con algunos alimentos
ácidos (ex: cítricos o tomates) porque pueden irritar la piel por contacto
directo.
·
La exposición solar moderada (con
la utilización adecuada de protectores solares que no contengan perfumes) y los
baños en agua de mar suelen mejorar las lesiones cutáneas. Posteriormente no
hay que olvidar la correcta hidratación de la piel.
6. CREENCIAS
ERRÓNEAS
·
La dieta durante el
embarazo tiene influencia en
el desarrollo de la dermatitis en el futuro del bebé.
·
La lactancia materna
tiene un efecto protector en el desarrollo
de la dermatitis atópica cuando hay antecedentes familiares de atopia.
FUENTE:http://www.farmaceuticonline.com
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