lunes, 9 de noviembre de 2015

Psoriasis,Dermatitis de contacto,Dermatitis atópica infantil y plantas medicinales

JULIA ME   HTTP://WWW.FARMACIADOCTORACMORALES.COM

Psoriasis y plantas medicinales



La psoriasis es una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel, cuyas causas no se conocen exactamente. Tiene un componente autoinmune y hereditario, aunque éste no es un factor determinante, es decir, no es seguro que una persona con antecedentes familiares de psoriasis vaya a desarrollar la enfermedad.
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel, no contagiosa, que puede afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente en codos, rodillas, manos, pies y cuero cabelludo.
 Aunque la psoriasis puede ser casi imperceptible en las primeras fases, los pacientes suelen comentar la presencia de picores o sensación de quemazón cuando la enfermedad progresa. En particular, la placa psoriásica normalmente aparece al principio sólo como una marca rojiza pequeña, que con el tiempo tiende a aumentar y a hacerse molesta. Entre un 10 y un 30 por ciento de los pacientes con psoriasis también desarrollan una forma de artritis denominada artritis psoriásica.

2. ¿ES CONTAGIOSA?

No es contagiosa. Puede afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque es más frecuente en codos, rodillas, manos, pies, uñas y cuero cabelludo.
Entre los posibles desencadenantes y agravantes de los brotes están el estrés, las heridas dermatológicas y algunas infecciones o medicamentos. Algunos pacientes desarrollan además una forma de artritis llamada artritis psoriásica (10 a 30%).







3. CAUSAS
La causa exacta de la aparición de psoriasis es desconocida, y entre los posibles desencadenantes que dan lugar a su aparición están situaciones de estrés, heridas dermatológicas, algunas infecciones o determinados medicamentos. Existen personas que por suherencia tienen una predisposición a padecerla, pero no quiere decir de forma segura que lleguen a presentarla.
En las personas sin psoriasis, las células epidérmicas maduran y se desprenden cada 28 días. En las pieles psoriásicas, las células de la piel presentan ciclos de entre 3 y 6 días, con lo cual el cuerpo no puede desprenderse de ellas tan rápido y se acumulan en las típicas lesiones que se forman.

4. TRATAMIENTO
Aunque no existe un tratamiento definitivo para la psoriasis, sí que algunos pacientes consiguen estar libres de lesiones durante períodos más o menos largos. En muy pocos casos las lesiones no vuelven a aparecer, y por tanto en la mayoría de pacientes se mantiene como una enfermedad crónica a lo largo de toda la vida, alternando períodos mejores que otros.
Para establecer el tratamiento, se tienen en consideración distintos factores, como la clase de psoriasis y su gravedad, así como la extensión que alcanza. Asimismo, es importante el área concreta afectada, e incluso la edad del paciente.
Normalmente el tratamiento será tópico en los casos en que las lesiones sean de leves a moderadas. El dermatólogo quizás prescriba fototerapia si la afectación se considera de moderada a grave, o incluso fármacos orales o inyectables en los casos severos o incapacitantes.
El dermatólogo es quien debe establecer el tratamiento en función del tipo de psoriasis, de su extensión y gravedad, del área afectada y la edad. Existen diferentes tratamientos: tópico (lesiones leves a moderadas), fototerapia UV (psoriasis moderada a grave), oral o inyectable (en los casos más severos). No deben utilizarse tratamientos sin prescripción médica.

5. LA IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN

Es recomendable una alimentación equilibrada, rica en fibra y en ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los pescados azules.
Como complemento pueden ser útiles los preparados que contienen aceites vegetales ricos en omega-3, como los aceites de semillas de lino, nuez, soja, germen de trigo o avellana, y también los que aportan ácidos grasos omega-6 como los aceites de borraja, onagra, pepitas de uva o pepitas de grosella negra.

6. ¿PUEDEN AYUDARME LAS PLANTAS MEDICINALES?

Las principales plantas medicinales usadas por vía oral para aliviar las manifestaciones de psoriasis, atendiendo a los distintos factores que pueden desencadenar o agravar los brotes, son: calaguala (inmunomoduladora), Curcuma longa (antiinflamatoria),cardo mariano o alcachofera (depuración hepática), y semillas de lino o de Plantago ovata (regulación intestinal).


En productos de higiene o en preparados para el cuidado de la piel (hidratantes y regeneradores), algunas de las plantas más utilizadas son: aloe (gel), árbol del té (Melaleuca alternifolia), caléndula, cúrcuma, mahonia (M. aquifolium), tepezcohuite (Mimosa tenuiflora), onagra y borraja.


7. BAÑOS DE MAR Y RELAJACIÓN
La combinación de baños de mar, y en especial en el Mar Muerto por las características climáticas y de sus aguas, y situaciones de no-estrés son especialmente beneficiosas para estos pacientes. Pero debe vigilarse la exposición al sol, ya que si se presentan quemaduras aún pueden empeorar más las lesiones o aparecer otras nuevas en las áreas afectadas.

8. CONSEJOS
·         Es fundamental mantener una buena hidratación de la piel. Para conseguirlo, serán precisos mayores cuidados en épocas como el invierno, especialmente en ambientes que por la calefacción son más secos.
·         Durante años, los corticoides tópicos han sido el tratamiento de referencia, pero actualmente se han desarrollado nuevos fármacos, y otros están en fases avanzadas de investigación.
·         La luz solar puede aportar un efecto positivo en el manejo de la psoriasis, y ello es la base de los tratamientos con radiación ultravioleta.


Dermatitis de contacto



La dermatitis o eccema de contacto es una lesión de la piel como respuesta sustancias que pueden actuar como irritantes o como desencadenantes de alergia. Si bien existen sustancias a las que un mayor número de personas son sensibles, generalmente éstas suelen responder a las características de cada persona y, por tanto, a una gran variabilidad.
En la dermatitis de contacto pueden presentarse lesiones de forma aguda o crónica. Las irritaciones agudas se caracterizan por la presencia de vesículas y enrojecimiento, mientras que las crónicas suelen presentar una piel engrosada y seca que se rompe con facilidad. En esta fase crónica no hay vesículas y predomina la descamación. Asimismo, en ambos casos es habitual el escozor intenso, que lleva al paciente al rascado continuo, con el consiguiente riesgo de infección de las heridas. La evolución depende de la frecuencia de exposición a la sustancia y de su potencial de originar la reacción. En general, si el contacto con el desencadenante no persiste, las lesiones se curan en un tiempo que va de una a cuatro semanas. Generalmente, desaparecen sin dejar lesiones residuales en la piel, siempre que se esté alejado del producto causante.

2. TIPOS
·         Dermatitis irritante. La dermatitis de contacto de causa irritante es la más frecuente. Se debe a la exposición continua a sustancias irritantes suaves, como jabones, que causan sequedad, fisuras y enrojecimiento. Obviamente, esta irritación se producirá con mayor intensidad cuanta mayor sea la concentración del producto y el tiempo de exposición a él.

·         Dermatitis alérgica. Por otro lado, la dermatitis de contacto alérgica se produce por una reacción de hipersensibilidad a partir de las lesiones que desencadenan algunos metales como el níquel, conservantes, tintes y perfumes, entre otras sustancias.

Para diagnosticar la sustancia que causa el problema, se requiere una evaluación detallada de los hábitos personales del enfermo y de sus ocupaciones laborales, lo que permite al dermatólogo sospechar de determinados productos.

Una vez detectado el problema, posteriormente, se procede a su verificación mediante la realización de pruebas cutáneas. Estas pruebas consisten en la aplicación sobre la piel de una pequeña muestra de la sustancia (o sustancias) sospechosa cubierta con un parche adhesivo. Pasadas 48 horas se retira el parche y se valora la intensidad de las lesiones. Si la reacción es positiva y el paciente maneja el producto, se tiene la certeza de que es el desencadenante.

3. ¿LA DERMATITIS DE CONTACTO NO TIENE PROCESO CURATIVO?
La dermatitis de contacto, sea irritante o alérgica, es un proceso que no tiene un tratamiento curativo. Simplemente se trata de evitar el contacto con la sustancia y paliar con medicamentos tópicos las lesiones.

El dermatólogo puede prescribir pomadas o cremas con corticoides para disminuir la inflamación. Sin embargo, éstos suelen ser tratamientos aplicados durante cortos períodos de tiempo, cuando se ha producido el contacto, para que no presenten efectos adversos. En caso de que el prurito sea intenso, se administran antihistamínicos orales.

4. CUIDARSE LA PIEL CON UNA BUENA HIGIENE

La higiene de este tipo de piel, que normalmente es de tendencia seca, deberá hacerse con productos que no alteren su capa grasa. Se consideran muy adecuados los productos a base de avena. Las cremas y lociones para después del baño son importantes por los ingredientes suavizantes que pueden contener para proporcionar alivio, tanto de la sequedad como del prurito que se presenta en las dermatitis. El farmacéutico os puede aconsejar los preparados que individualmente podrán ayudar a proteger y conservar mejor el manto lipídico de vuestra piel.
Finalmente, también es frecuente la denominada dermatitis del ama de casa, en que la lesión suele presentarse en las manos, como resultado del uso y contacto diario de productos detergentes.

 
5. CONSEJOS
·         En las dermatitis de contacto es fundamental evitar la exposición al producto causante.
·         Los alérgenos pueden ser muy diversos. Accesorios de la ropa (como botones, hebillas, cierres), tintes para el pelo, lo mismo que fragancias y perfumes, pueden causar dermatitis de contacto.
·         Existen productos especiales para el cuidado de pieles sensibles. El farmacéutico os ayudará a escoger el producto más adecuado para cada caso.

Dermatitis atópica infantil



Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel muy frecuente en los niños que se caracteriza por la presencia de eczemas, picor intensa (incluso por la noche), mucha sequedad y enrojecimiento de la piel. Estas lesiones aparecen de pronto (brotes), se van repitiendo a lo largo del tiempo y afectan a diferentes áreas según la edad del niño: codos, rodillas, manos, cuello, cara y cuero cabelludo.
En general, los brotes mejoran en verano, probablemente porque hay una mayor exposición solar y suelen empeorar en invierno, primavera y otoño. En algunos pacientes el curso de la enfermedad puede llegar a ser continuo, con leves remisiones (disminuciones de la intensidad de los síntomas), si es que hay.

2. CAUSAS
La causa de la dermatitis atópica es desconocida pero se sabe que intervienen factores genéticos y medioambientales que afectan al sistema inmunitario. Es importante, aclarar que la dermatitis atópica no es una alergia a ninguna sustancia determinada y que en ningún caso se resolverá realizando pruebas alérgicas o eliminando alimentos de la dieta. Hay que evitar circunstancias y elementos que provocan el prurito, como por ejemplo, el calor.
Actualmente no existe ningún tratamiento curativo y la evolución de la enfermedad es impredecible. El tratamiento del niño atópico requiere un manejo individual complejo, dónde se hace necesario el control de los factores desencadenantes: cuando aparecen los brotes agudos cortarlos rápidamente y hacer una cura óptima de la piel, mediante buenos hábitos de higiene y aplicación de hidratantes y emolientes.

3. FACTORES QUE LO EMPEORAN
Hay diferentes factores que empeoran la dermatitis atópica o que desencadenan brotes:
·         Duchas o baños con agua excesivamente caliente y durante bastante rato.
·         Calefacciones de aire caliente (ex: la de los coches).
·         Abrigar excesivamente al niño.
·         Fricción de la piel.
·         Los agentes irritantes o productos químicos (jabones, detergentes, cloro, humo del tabaco, suavizantes de la ropa, aceites minerales o solventes).
·         Los alérgenos (sustancias que causan al alergia i que se encuentran en la comida, en las plantas o animales y en el aire) pueden ser desencadenantes de un brote de dermatitis atópica, siempre que haya una clara relación entre la exposición al mismo y la aparición del brote.
·         Clima excesivamente seco o frío o cambios repentinos de temperatura.
·         El estrés emocional puede contribuir a la gravedad de los brotes.
·         Fibras sintéticas como el nylon y el poliéster, la lana virgen, los plásticos y las gomas en contacto directo con la piel.

4. TRATAMIENTO
Los medicamentos que se utilizan para aliviar los síntomas y controlar los brotes en la dermatitis atópica son:

·         los corticoides tópicos de distinta potencia que se escogerán según las características de la lesión y la zona a tratar,
·         los antibióticos por si aparecen las infecciones causadas por bacterias en el caso que el niño se haya rascado intensamente,

·         y los antihistamínicos orales para calmar el prurito. En este caso deben utilizarse los que dan sueño (para conseguir un efecto tranquilizador) y en ningún caso deben utilizarse los antihistamínicos tópicos.
En casos muy especiales, siempre que el niño/a tenga más de dos años, y que el médico lo indique, se puede utilizar alguno de los inmunomoduladores tópicos comercializados.
En general, por lo que respecta a la duración de los tratamientos en los brotes agudos, se recomienda que se alargue hasta dos días después
 de haber mejorado las lesiones y, sin olvidar después, que hay que seguir con los emolientes. La fototerapia con luces especiales ha mostrado ser eficaz en disminuir el prurito y la inflamación de la dermatitis.

5. CURAS O RECOMENDACIONES GENERALES
·         Lavar con agua tibia (30ºC) y hidratar diariamente la piel de vuestro hijo con emolientes 2 veces al día. No utilizarlos si hay heridas abiertas.
·         Utilizar jabones de pH ácido (4-5).
·         Es aconsejable mantener las uñas del niño/a cortas y limpias. No rascarse las lesiones.
·         Utilizar ropa de algodón, de lino o de hilo.
·         Cambiar con frecuencia el pañal del bebé.
·         Ir con cuidado con algunos alimentos ácidos (ex: cítricos o tomates) porque pueden irritar la piel por contacto directo.
·         La exposición solar moderada (con la utilización adecuada de protectores solares que no contengan perfumes) y los baños en agua de mar suelen mejorar las lesiones cutáneas. Posteriormente no hay que olvidar la correcta hidratación de la piel.

6. CREENCIAS ERRÓNEAS
·         La dieta durante el embarazo tiene influencia en el desarrollo de la dermatitis en el futuro del bebé.

·         La lactancia materna tiene un efecto protector en el desarrollo de la dermatitis atópica cuando hay antecedentes familiares de atopia.

 FUENTE:http://www.farmaceuticonline.com

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