Resfriado
Las infecciones pediátricas de vías respiratorias superiores
están entre las consultas más frecuentes en la farmacia en algunas épocas del
año. El farmacéutico debe tener claro cuáles son los signos de alarma ante un
niño con una enfermedad aguda para así activar los mecanismos para derivarlo a
urgencias o a atención primaria en caso necesario. En este artículo hablaremos
de 2 de sus patologías: la otitis y la sinusitis.
Otitis
media aguda
La otitis
media aguda (OMA) es la infección aguda del oído medio, que está situado
inmediatamente detrás del tímpano; es una de las infecciones infantiles más
frecuentes. Entre el 80 y el 90% de los niños
presentarán al menos un episodio de otitis durante los primeros años de vida.
Es la primera causa de prescripción de antibióticos.
Etiología y
manifestaciones clínicas
Las causas
más frecuentes son las infecciones virales y bacterianas. Una secuencia muy
frecuente es la siguiente: catarro viral de vías altas, con abundante mucosidad
nasal y, al cabo de unos días, aparición de otalgia, fruto de la sobreinfección
bacteriana, que ocasiona pus y dolor al estar el tímpano a presión. En niños,
las bacterias más frecuentes son neumococo y Haemophilus influenzae. Muy
infrecuentes son otros como Staphylococcus aureus y anaerobios.
El
diagnóstico es clínico, debiéndose confirmarse con la otoscopia. La sospecha
siempre es de otalgia aguda, sobre todo de aparición nocturna, o bien la
otorrea indolora, signo de que se ha perforado el tímpano y fluye el moco/pus
procedente del oído medio a través de la perforación. Debe diferenciarse de la otitis externa, que aparece en verano asociado
a baño en piscina/mar, y en el que persiste el dolor en la zona del oído.
Motivos de
derivación
Ante una
otalgia muy intensa, a pesar de analgesia habitual, fiebre muy elevada, niño
< 2 años, sospecha de mastoiditis (complicación en la zona posterior del
oído y que se manifiesta fundamentalmente por un desplazamiento del pabellón
auricular hacia adelante), y signos de alarma de fiebre y resfriado.
Tratamiento
Los
resultados de los estudios más recientes constatan que el porcentaje de
curaciones es similar tanto si se toma un antibiótico como si no se toma,
aunque se ha demostrado que el tratamiento antibiótico mejora la clínica y
acorta discretamente la duración de los días con síntomas.
¿Qué
opciones de tratamiento existen? Hay dos alternativas:
·
Tratar sólo con antitérmicos-analgésicos (ibuprofeno, paracetamol) y observar la evolución durante los
2-3 días posteriores; en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen
(evolución más habitual). Esta es la opción más empleada y fiable en niños >
2 años.
·
Si el estado general del niño está afectado, la otitis lleva ya
más de 3 días de evolución sin observarse ninguna mejora, el niño es < 2
años, o bien se trata de una otitis media aguda bilateral o supurada, el médico
suele prescribir un antibiótico, habitualmente
amoxicilina o amoxicilina - ácido clavulánico, 80 mg/kg/día repartido en 3
dosis, durante 5-10 días.
Sinusitis
aguda
Clínica
La sinusitis
(o rinosinusitis) es una entidad infradiagnosticada. Su diagnóstico es
eminentemente clínico, pudiendo sospecharse ante:
·
Persistencia durante más de 14 días de cualquier tipo de secreción nasal, con tos diurna que empeora
por la noche.
·
Evolución bifásica, con empeoramiento a los 3-5 días, marcado por fiebre, dolor
facial, otitis media aguda asociada y halitosis.
·
Síntomas más graves de lo habitual: fiebre alta, rinorrea
purulenta abundante, edema y dolor periorbitario.
A la
exploración puede aparecer eritema en la mucosa nasal y faríngea y rinorrea
purulenta anterior y posterior. El edema leve periorbitario con decoloración es
un síntoma muy sugestivo. En niños mayores puede haber dolor al percutir el
seno afectado. Por lo general, los ganglios cervicales no están aumentados de
tamaño.
Etiología
Las causas
más frecuentes son las infecciones virales, bacterianas y alérgicas. Las
infecciosas son las habituales, sobre todo en < 6-8 años y época invernal.
En niños, las bacterias más frecuentes son las mismas que en la OMA: neumococo
y H. influenzae. Muy infrecuentes son otros como S.
aureus y anaerobios. La rinosinusitis alérgica es más típica en época
primaveral y en niños con antecedente de atopia.
Aunque lo
habitual es considerar que es necesaria una radiografía para el diagnóstico, en
los últimos años se ha visto que no es imprescindible.
En el
diagnóstico diferencial (tabla 1), la sinusitis debe diferenciarse también de cuerpo extraño
nasal, donde además del posible antecedente suele haber una rinorrea fétida
unilateral.
Criterios de
derivación
Cuando se
sospeche infección bacteriana, haya signos de alerta, celulitis en zona
orbitaria, fiebre de más de 48-72 horas de duración a pesar de antibióticos,
intolerancia oral, sospecha de cuerpo extraño nasal.
Tratamiento
·
Antibióticos: por lo general, no se necesitan para la sinusitis aguda. La
mayoría de estas infecciones desaparecen por sí solas. Cuando está indicado, el
recomendado es la amoxicilina – ácido clavulánico oral, 80 mg/kg/día, en 3
dosis, durante 10-14 días (al menos 7 días después de la desaparición de los
síntomas); otras opciones son cefuroxima y cefpodoxima. En alérgicos a la
penicilina puede optarse por no administrar antibióticos si el cuadro es leve,
o dar macrólidos o clindamicina, aunque la tasa de fracasos es mayor.
·
Adyuvantes:
o Analgésicos/antiinflamatorios: los habituales en
pediatría, como ibuprofeno y paracetamol.
o Irrigaciones nasales con suero
fisiológico: método seguro, útil para la fluidificación de las secreciones.
Se puede hacer con una jeringuilla o con una pera de goma.
o Descongestionantes y corticoides
tópicos nasales: se emplean mucho, aunque su eficacia es controvertida, sobre
todo en < 6 años. Si se emplean, no debe ser por más de 5-7 días debido al
potencial efecto rebote.
o Mucolíticos: en general no son muy
efectivos en estos casos. Los más empleados son carbocisteína y ambroxol.
o Antihistamínicos orales: considerar su utilización
en niños alérgicos. Los que presentan más experiencia en pediatría son
dexclorfeniramina y rometazina.
·
Otros consejos:
o Beber abundantes líquidos,
preferentemente agua, para hacer más fluido el moco y mejorar el drenaje.
o No permanecer acostado
demasiadas horas al día, porque esto aumenta la congestión nasal.
o Si usa gafas, que no
aprieten.
o Evitar el humo del tabaco.
o El clima húmedo es el peor,
por lo que pueden ser útiles los deshumidificadores.
o Los cambios de presión
pueden empeorar los síntomas (p. ej., viaje en coche cambiando de altitud o en
avión).
Tabla 1. Diagnóstico diferencial entre
sinusitis, alergia y resfriado
|
|||
Signo
|
Sinusitis
|
Alergia/rinitis
|
Resfriado
|
Presión o dolor facial
|
Sí
|
A veces
|
A veces
|
Duración de la enfermedad
|
10-14 horas
|
Variable
|
< 10 días
|
Moco
|
Amarillo-verdoso
Espeso |
Claro
Acuoso |
Variable
|
Fiebre
|
A veces
|
No
|
A veces
|
Dolor de cabeza
|
A veces
|
A veces
|
A veces
|
Dolor en dientes superiores
|
A veces
|
No
|
No
|
Mal aliento
|
A veces
|
No
|
No
|
Tos
|
A veces
|
A veces
|
Sí
|
Congestión nasal
|
Sí
|
A veces
|
Sí
|
Estornudos
|
No
|
A veces
|
Sí
|
Autor: Redacción
Referencias: Adaptado de "Patología respiratoria"
correspondiente al primer apartado del Ebook "El
farmacéutico como consultor en pediatría", por el Dr.
David Moreno Pérez (Médico en el Hospital Materno-Infantil Carlos Haya de
Málaga y Profesor Asociado del Departamento de Pediatría de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Málaga) y Javier Tudela von Schmiteröl
(Farmacéutico comunitario, Máster en Atención Farmacéutica y Presidente del
Colegio de Farmacéuticos de Málaga).
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