domingo, 7 de febrero de 2016

El farmacéutico en otitis y sinusitis pediátricas

Resfriado
Las infecciones pediátricas de vías respiratorias superiores están entre las consultas más frecuentes en la farmacia en algunas épocas del año. El farmacéutico debe tener claro cuáles son los signos de alarma ante un niño con una enfermedad aguda para así activar los mecanismos para derivarlo a urgencias o a atención primaria en caso necesario. En este artículo hablaremos de 2 de sus patologías: la otitis y la sinusitis.


Otitis media aguda


La otitis media aguda (OMA) es la infección aguda del oído medio, que está situado inmediatamente detrás del tímpano; es una de las infecciones infantiles más frecuentes. Entre el 80 y el 90% de los niños presentarán al menos un episodio de otitis durante los primeros años de vida. Es la primera causa de prescripción de antibióticos.

Etiología y manifestaciones clínicas

Las causas más frecuentes son las infecciones virales y bacterianas. Una secuencia muy frecuente es la siguiente: catarro viral de vías altas, con abundante mucosidad nasal y, al cabo de unos días, aparición de otalgia, fruto de la sobreinfección bacteriana, que ocasiona pus y dolor al estar el tímpano a presión. En niños, las bacterias más frecuentes son neumococo y Haemophilus influenzae. Muy infrecuentes son otros como Staphylococcus aureus y anaerobios.
El diagnóstico es clínico, debiéndose confirmarse con la otoscopia. La sospecha siempre es de otalgia aguda, sobre todo de aparición nocturna, o bien la otorrea indolora, signo de que se ha perforado el tímpano y fluye el moco/pus procedente del oído medio a través de la perforación. Debe diferenciarse de la otitis externa, que aparece en verano asociado a baño en piscina/mar, y en el que persiste el dolor en la zona del oído.

Motivos de derivación

Ante una otalgia muy intensa, a pesar de analgesia habitual, fiebre muy elevada, niño < 2 años, sospecha de mastoiditis (complicación en la zona posterior del oído y que se manifiesta fundamentalmente por un desplazamiento del pabellón auricular hacia adelante), y signos de alarma de fiebre y resfriado.

Tratamiento

Los resultados de los estudios más recientes constatan que el porcentaje de curaciones es similar tanto si se toma un antibiótico como si no se toma, aunque se ha demostrado que el tratamiento antibiótico mejora la clínica y acorta discretamente la duración de los días con síntomas.
¿Qué opciones de tratamiento existen? Hay dos alternativas:
·         Tratar sólo con antitérmicos-analgésicos (ibuprofeno, paracetamol) y observar la evolución durante los 2-3 días posteriores; en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen (evolución más habitual). Esta es la opción más empleada y fiable en niños > 2 años.
·         Si el estado general del niño está afectado, la otitis lleva ya más de 3 días de evolución sin observarse ninguna mejora, el niño es < 2 años, o bien se trata de una otitis media aguda bilateral o supurada, el médico suele prescribir un antibiótico, habitualmente amoxicilina o amoxicilina - ácido clavulánico, 80 mg/kg/día repartido en 3 dosis, durante 5-10 días.


Sinusitis aguda

Clínica

La sinusitis (o rinosinusitis) es una entidad infradiagnosticada. Su diagnóstico es eminentemente clínico, pudiendo sospecharse ante:
·         Persistencia durante más de 14 días de cualquier tipo de secreción nasal, con tos diurna que empeora por la noche.
·         Evolución bifásica, con empeoramiento a los 3-5 días, marcado por fiebre, dolor facial, otitis media aguda asociada y halitosis.
·         Síntomas más graves de lo habitual: fiebre alta, rinorrea purulenta abundante, edema y dolor periorbitario.
A la exploración puede aparecer eritema en la mucosa nasal y faríngea y rinorrea purulenta anterior y posterior. El edema leve periorbitario con decoloración es un síntoma muy sugestivo. En niños mayores puede haber dolor al percutir el seno afectado. Por lo general, los ganglios cervicales no están aumentados de tamaño.

Etiología

Las causas más frecuentes son las infecciones virales, bacterianas y alérgicas. Las infecciosas son las habituales, sobre todo en < 6-8 años y época invernal. En niños, las bacterias más frecuentes son las mismas que en la OMA: neumococo y H. influenzae. Muy infrecuentes son otros como S. aureus y anaerobios. La rinosinusitis alérgica es más típica en época primaveral y en niños con antecedente de atopia.
Aunque lo habitual es considerar que es necesaria una radiografía para el diagnóstico, en los últimos años se ha visto que no es imprescindible.
En el diagnóstico diferencial (tabla 1), la sinusitis debe diferenciarse también de cuerpo extraño nasal, donde además del posible antecedente suele haber una rinorrea fétida unilateral.

Criterios de derivación

Cuando se sospeche infección bacteriana, haya signos de alerta, celulitis en zona orbitaria, fiebre de más de 48-72 horas de duración a pesar de antibióticos, intolerancia oral, sospecha de cuerpo extraño nasal.

Tratamiento

·         Antibióticos: por lo general, no se necesitan para la sinusitis aguda. La mayoría de estas infecciones desaparecen por sí solas. Cuando está indicado, el recomendado es la amoxicilina – ácido clavulánico oral, 80 mg/kg/día, en 3 dosis, durante 10-14 días (al menos 7 días después de la desaparición de los síntomas); otras opciones son cefuroxima y cefpodoxima. En alérgicos a la penicilina puede optarse por no administrar antibióticos si el cuadro es leve, o dar macrólidos o clindamicina, aunque la tasa de fracasos es mayor.
·         Adyuvantes:
o    Analgésicos/antiinflamatorios: los habituales en pediatría, como ibuprofeno y paracetamol.
o    Irrigaciones nasales con suero fisiológico: método seguro, útil para la fluidificación de las secreciones. Se puede hacer con una jeringuilla o con una pera de goma.
o    Descongestionantes y corticoides tópicos nasales: se emplean mucho, aunque su eficacia es controvertida, sobre todo en < 6 años. Si se emplean, no debe ser por más de 5-7 días debido al potencial efecto rebote.
o    Mucolíticos: en general no son muy efectivos en estos casos. Los más empleados son carbocisteína y ambroxol.
o    Antihistamínicos orales: considerar su utilización en niños alérgicos. Los que presentan más experiencia en pediatría son dexclorfeniramina y rometazina.
·         Otros consejos:
o    Beber abundantes líquidos, preferentemente agua, para hacer más fluido el moco y mejorar el drenaje.
o    No permanecer acostado demasiadas horas al día, porque esto aumenta la congestión nasal.
o    Si usa gafas, que no aprieten.
o    Evitar el humo del tabaco.
o    El clima húmedo es el peor, por lo que pueden ser útiles los deshumidificadores.
o    Los cambios de presión pueden empeorar los síntomas (p. ej., viaje en coche cambiando de altitud o en avión).

Tabla 1. Diagnóstico diferencial entre sinusitis, alergia y resfriado
Signo
Sinusitis
Alergia/rinitis
Resfriado
Presión o dolor facial
A veces
A veces
Duración de la enfermedad
10-14 horas
Variable
< 10 días
Moco
Amarillo-verdoso
Espeso
Claro
Acuoso
Variable
Fiebre
A veces
No
A veces
Dolor de cabeza
A veces
A veces
A veces
Dolor en dientes superiores
A veces
No
No
Mal aliento
A veces
No
No
Tos
A veces
A veces
Congestión nasal
A veces
Estornudos
No
A veces

Autor: Redacción
Referencias: Adaptado de "Patología respiratoria" correspondiente al primer apartado del Ebook "El farmacéutico como consultor en pediatría", por el Dr. David Moreno Pérez (Médico en el Hospital Materno-Infantil Carlos Haya de Málaga y Profesor Asociado del Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga) y Javier Tudela von Schmiteröl (Farmacéutico comunitario, Máster en Atención Farmacéutica y Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga).


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