lunes, 27 de julio de 2015

Contractura muscular: prevención y tratamiento


La parte más alta de la columna vertebral es la zona cervical, justo en el cuello, y tiene siete vértebras que son una cadena de huesecillos que se numeran de C-1 a C-7. Se relacionan entre ellas mediante articulaciones, manteniendo una distancia 
gracias a los discos intervertebrales, con una musculatura y unos ligamentos que permiten el movimiento. Dichas vértebras son las más pequeñas y móviles de la columna, ya que esta parte soporta los cambios más intensos y repentinos causados por el movimiento de la cabeza.
Hablamos de dolor cervical o cervicalgia para referirnos al que se produce en la parte posterior del cuello y puede irradiar hacia a los lados, con un malestar en la nuca y una limitación del movimiento normal del cuello.
LESION
La contractura muscular es una contracción involuntaria y persistente de una parte o de la totalidad de un músculo, que produce dolor. Este dolor se describe como “sordo”, y se acompaña de una sensación de pesadez en la zona afectada
La propia contractura muscular hace que la persona que la sufre note que el músculo contracturado está duro y aumentado de tamaño, así como que es doloroso al tacto. Tampoco funciona correctamente y el movimiento en el que está involucrado el músculo afectado se ve limitado.
Por todo ello, a pesar de que no se trata de una lesión grave, sí interfiere en la actividad cotidiana del individuo que la sufre.
En algunos casos la contractura se debe a un exceso de trabajo del músculo o a un sobreesfuerzo, y se limita al músculo o grupo de músculos afectado.
Según la causa de la contractura se pueden distinguir los siguientes tipos:
·         Durante el esfuerzo. Al realizar un esfuerzo muscular grande, ya sea por la dureza del ejercicio o por la falta de entrenamiento, el organismo no es capaz de depurar todas las sustancias que se generan, y estas se acumulan y provocan dolor.
·         Posterior al esfuerzo. En ocasiones, después de un ejercicio intenso en el que el músculo ha sido sometido a una gran carga de trabajo, este se ve incapaz de retomar su estado natural de relajación por la fatiga acumulada.
·         Residual. Tras una lesión importante (una rotura de fibras musculares, una fractura, un esguince, un fuerte traumatismo), la musculatura cercana a la zona lesionada tiende a contraerse como mecanismo de protección.

2. ¿EL ESTRÉS PUEDE SER CAUSA DE DOLOR CERVICAL?
En los jóvenes, las principales causas de dolor en las cervicales son los traumatismos, las contracturas musculares y las posturas inadecuadas mantenidas durante un tiempo, que sobrecargan la musculatura y activan los nervios del dolor. Además, el estrés aumenta la rigidez de la musculatura y dificulta la flexibilidad, y ello puede provocar dolor.
Un ejemplo es el tirón cervical producido por un traumatismo con un estiramiento brusco y excesivo del cuello, como ocurre en ciertos accidentes de coche o en caídas violentas en la práctica de deportes. Causa dolor local intenso en el cuello, con contractura muscular y limitación de la movilidad. Además, puede ir acompañado de vértigo o sensación de inestabilidad. En cuanto al diagnóstico, la radiografía sólo sirve para descartar la existencia de fracturas o luxaciones en las vértebras cervicales.

3. EL DOLOR CERVICAL EN LA GENTE MAYOR
En cambio, en las personas mayores, el principal motivo de dolor se produce por cambios degenerativos de los huesos, como la artrosis.
El uso de los collarines cervicales, además de las enfermedades traumáticas, tiene como misión combatir el dolor, mediante la relajación de la musculatura. El collarín debe combinarse con fisioterapia y rehabilitación, y no se debe usar de forma prolongada, para evitar posibles dependencias que no harían más que complicar la recuperación.

4. RECOMENDACIONES
Hay que tener cuidado con las almohadillas cervicales. El mercado ofrece un mismo diseño para todas las personas, y eso no es correcto. Así pues, sería necesario que cada almohadilla se adaptara a la morfología de cada persona.
Otras recomendaciones pueden ser, a la hora de conducir, además de utilizar el cinturón de seguridad, procurar colocar correctamente el reposacabezas, que debe estar inclinado hacia adelante y con la parte superior situada a la altura del límite superior del cráneo. El asiento debe estar poco inclinado.

Cómo actuar ante una contractura muscular

El tratamiento de una contractura muscular, una lesión leve, consiste en seguir unas sencillas pautas:
·         Evitar los ejercicios o posturas que han generado la lesión (en los primeros momentos tras la lesión).
·         Aplicar calor seco en la zona afectada en los primeros estadios de la contractura. El calor es un potente vasodilatador que contribuirá a eliminar las sustancias acumuladas que provocan dolor, además de generar una sensación inmediata de alivio.
Aplicar un antiinflamatorio tópico en la zona, como Calmatel®.  Es un AINE de elevada eficacia analgésica y antiinflamatoria.para el tratamiento de esguinces, contusiones, lumbalgia y tortícolis. Esta formulación galénica permite realizar masaje, lo que aporta una sensación añadida de calor que está especialmente indicada en este tipo de lesiones
·          El uso de antiinflamatorios orales es útil en los casos en los que la contractura muscular sea más intensa.
·         Aplicar masaje descontracturante en la zona afectada.
Eliminar por completo los síntomas de la lesión suele precisara entre una y dos semanas. Sin embargo, si no se tratan correctamente las contracturas se pueden cronificar, y será más difícil obtener una recuperación completa y permanente.
Se recomienda consultar al farmacéutico o al médico de cabecera en caso de dolores intensos e invalidantes.

5. TRATAMIENTO con aines   (antiinflamatorios no esteroidicos)
El tratamiento de primera elección para disminuir el dolor es el paracetamol, aunque si no se mejora se puede combinar con elibuprofeno o algún otro antiinflamatorio. Si hay espasmo muscular, un relajante muscular  puede ayudar a recuperar la movilidad.

5. CONSEJOS
1- Evite las malas posturas.  Prevención
Como medida de prevención para las contracturas, se recomienda:
  • Evite el sobreesfuerzo o trabajo continuo del músculo, así como mantener un buen estado físico practicando regularmente ejercicio físico adecuado.
  • Evite gestos o movimientos repetitivos. Si son inevitables, por motivos deportivos o laborales, es conveniente realizar pequeñas rutinas de ejercicios de estiramiento y movilidad articular de las zonas expuestas a la lesión (5-10 min, regularmente).
  • Adopte una correcta higiene postural, ya sea en el sofá viendo la televisión, en la silla de la oficina, o incluso cuando duerma. Una mala postura continuada provoca contracciones forzadas de la musculatura.
  • Recuerde que antes de emprender ninguna actividad física, es imprescindible un calentamiento acorde con el esfuerzo a realizar.
2-No tome medicamentos por su cuenta, consulte con el farmacéutico.

3- Si el dolor de cervicales es persistente, consulte con el médico.

 



FUENTE      https://www.clubdelafarmacia.com/

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