JULIA ME HTTP://WWW.FARMACIADOCTORACMORALES.COM
Señales de alerta en lumbalgia
Uno de los puntos más importantes en cualquier condición
patológica es identificar los casos que puedan ser graves, ya que el
farmacéutico deberá derivar al paciente al médico especialista. Aún de mayor
importancia resulta cuando la condición patológica de la que hablamos es tan
frecuente como lo es la lumbalgia.
.
La lumbalgia o
“lumbago” es un
síntoma musculoesquelético muy común, que se manifiesta con dolor en la región
lumbar (región inferior de la espalda )se conoce familiarmente como“dolor
de riñones” .
Generalmente se acompaña de tensión muscular en la región lumbar, y también
puede aparecer dolor referido o irradiado. Puede estar relacionada con
trastornos en distintas localizaciones como la columna vertebral lumbar, los
discos intervertebrales, los ligamentos de la columna vertebral, la médula
espinal, los nervios espinales, los músculos lumbares, los órganos internos de
la pelvis y el abdomen, o la piel de la región lumbar. Sin embargo, en más del
85% de los casos no se encuentra una causa subyacente.
El dolor
se define como agudo si dura poco tiempo, de unos días a pocas semanas, o
crónico si dura más de tres semanas
Cuando el dolor se irradia a la pierna,
llegando hasta más abajo de la rodilla, hablamos de ciática; mientras
que si no se irradia hablamos de lumbalgia
simple.
El dolor, según su duración, puede ser de tipo
agudo (12 semanas).
Un tercio de la población presenta algún
episodio anual de lumbalgia, considerándose una de las causas más frecuentes de
absentismo laboral. Además, se calcula que entre un 60-80% de la población
mundial tendrá algún episodio de dolor lumbar a lo largo de su vida, con lo que
estamos ante un trastorno de gran incidencia y prevalencia.
Sin embargo, es importante saber que la
lumbalgia aguda tiene buen pronóstico y que, generalmente, es un trastorno
autolimitado (más del 90% de los afectados se recuperan en dos a ocho semanas).
tratamiento
Según el origen del
dolor, el tratamiento va a ser distinto. En casos de origen mecánico, debido a
alteraciones de la columna vertebral por una mala postura o una práctica
deportiva inapropiada, aplicaremos frío en la zona, mientras que en caso de
origen inflamatorio aplicaremos calor .
2. NORMAS DE HIGIENE POSTURAL
El paciente debe
aprender a cuidar su espalda para disminuir el dolor, y evitar
recurrencias. Para ello es fundamental realizar ejercicios y aplicar unas
normas de higiene postural:
·
Por ejemplo, el reposo en la cama
(preferentemente con colchón duro) debe ser en decúbito supino, es decir, boca
arriba, o lateral, y en este caso se aconseja poner una almohada entre las
piernas.
·
Cuando nos levantamos de la cama
debemos apoyarnos en los brazos e impulsarnos con las manos, manteniendo la
espalda recta.
·
También es conveniente ajustar la
mesa de trabajo a una altura adecuada, utilizando sillas que permitan apoyar la
parte baja de la espalda, y si es posible reclinarla.
·
Por otra parte, los pesos deben
levantarse en posición frontal y llevarse lo más cerca posible del cuerpo.
·
Al recoger objetos del suelo, siempre
deben flexionarse las rodillas.
·
Cuando se conduce es conveniente
realizar paradas cada dos horas, haciendo estiramientos de la musculatura
lumbar. Es aconsejable ponerse una almohada o una toalla enrollada en la parte
baja (curva) de la espalda.
·
Además, debemos vigilar la forma de
andar y sobre todo no usar tacones altos si hay que andar durante mucho
tiempo, haciéndolo con la cabeza alta, la pelvis hacia delante y los pies
rectos.
3. CÓMO ALIVIAR LOS SÍNTOMAS
Por último, para
conseguir aliviar los síntomas puede ser aconsejable el uso de algún
dispositivo, como las fajas.
También se puede
recurrir a analgésicos y antiinflamatorios, como
paracetamol, ibuprofeno o ácido acetilsalicílico en dosis bajas, según la
intensidad del dolor, y siempre consultando a un profesional de la salud como
su farmacéutico o su médico.
Una vez se consigue
que el dolor desaparezca, conviene hacer una reeducación postural, para
prevenir posibles recaídas.
4. RECUERDE
·
Analgésicos y antiinflamatorios en
dosis bajas pueden proporcionar alivio, pero siempre debe consultar con su
médico o farmacéutico.
·
Para prevenir posibles recaídas es
conveniente hacer una reeducación postural.
Una vez se consigue
que el dolor desaparezca, conviene hacer una reeducación postural, para
prevenir posibles recaídas.
Cuándo derivar
el paciente/cliente al médico
Los tipos de complicaciones o procesos que
precisan una valoración médica en el paciente con lumbalgia son:
·
Posible enfermedad sistémica (infección, cáncer, osteoporosis,
etc.).
·
Compresión radicular que requiere valoración quirúrgica.
Señales de alerta para derivación
al médico
Para identificar estas complicaciones, se han
determinado unas "señales de alerta", que son las siguientes:
·
Sospecha de enfermedad sistémica: Dolor que
aparece por primera vez en personas mayores de 55 años y que no se relaciona
con la postura, el movimiento o los esfuerzos; dolor exclusivamente dorsal;
déficit neurológico difuso; imposibilidad persistente de flexionar la columna
vertebral; deformación (de aparición reciente); mal estado general; pérdida de
peso y/o fiebre; antecedentes de traumatismo reciente; cáncer; uso de
corticoides (osteoporosis) o fármacos intravenosos; inmunodepresión; o SIDA.
·
Sospecha de necesidad de cirugía: Aparición
de paresia relevante, progresiva o bilateral; pérdida de control de esfínteres
de origen neurológico; anestesia en periné; dolor radicular no lumbar cuya
intensidad sigue siendo intolerable pese a la aplicación durante 6 o más
semanas de todos los tratamientos no quirúrgicos recomendados; o dolor
radicular no lumbar que aparece sólo a la deambulación y la limita, que
requiere flexión o sedestación para desaparecer, persiste pese a 6 meses de
tratamiento conservador y se acompaña de imágenes de estenosis espinal.
Si no se detecta ninguna señal de alerta,
probablemente estaremos frente a una lumbalgia inespecífica no complicada.
Si existe alguna señal de alerta, el médico
valorará realizar pruebas complementarias como radiografías simples, tomografía
axial computarizada (TAC), resonancia magnética (RM), gammagrafía, o tomografía
computarizada por emisión de fotón único (SPECT). Si se sospecha compresión
radicular, discitis (proceso inflamatorio del disco intervertebral) o cáncer,
la RM es la mejor opción.
El médico reevaluará al paciente a las 2-6
semanas. Si en ese periodo la lumbalgia no ha mejorado, deberá:
1.
Volver a evaluar la existencia de señales de alerta,
2.
evaluar si el paciente presenta signos de mal pronóstico
funcional
3.
y valorar la posibilidad de modificar la actitud diagnóstica o
de pasar al siguiente escalón terapéutico.
Este proceso se repite periódicamente tantas
veces como sea necesario.
FUENTE: www.clubdelafarmacia.com
FUENTE: www.clubdelafarmacia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario