La eficacia cosmética depende de la buena
elección, correcto uso y constancia en su aplicación. Para incidir en este tema
traemos aquí la opinión de una experta: la especialista de la Sociedad Española
de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL), Inmaculada Canterla,
Directora de Cosmeceutical Center.
La piel es el
órgano más extenso de nuestro organismo
y como tal, hemos de cuidarla con una rutina diaria que asegure su salud y bienestar. Para ello, es
imprescindible la ayuda de especialistas que aconsejen qué productos aplicar
sobre la piel y cómo hacerlo para mantenerla sana y con una apariencia más
joven.
La experta de la SEMAL y Directora de Cosmeceutical Center,
Inmaculada Canterla, Licenciada en Farmacia y especialista en Dermocosmética,
Nutrición y Medicina Antiaging, nos desvela las diez claves para cuidar la piel
a través de la cosmética y cosmecéutica,
mediante una correcta rutina diaria desde casa.
Claves para mantener una piel sana
1.
Desmaquillar antes de limpiar. Como nos explica Inmaculada
Canterla, “es como barrer y fregar. Primero hay que barrer, desmaquillando la
piel y retirando lo más grueso y pesado, el maquillaje que tapa y ocluye los
poros. Y después aplicar los productos más específicos de limpieza que podrán
hacer su efecto, retirando la suciedad física, química y microbiológica del
interior de los poros y de la superficie de la piel”.
2. Limpieza
Realizar una limpieza total y profunda, sin dañar la función barrera de la
piel, ni desproveerla de sus lípidos naturales, tanto por la mañana como por la
noche. “La limpieza cotidiana de la piel es un ritual esencial para mantenerla
saludable y que tenga sentido el tratamiento posterior (con los respectivos
principios activos). Incluso sin maquillaje, la piel se llena todos los días de
impurezas y contaminantes” nos aclara la experta. Este paso es imprescindible
para que haya una buena absorción de los activos que se apliquen después. La
experta aconseja evitar los jabones con fragancias artificiales, parabenos,
colorantes y detergentes duros El correcto uso y la constancia cosmética que
sólo sirven para sensibilizar y aumentar el riesgo de alergias, dermatitis e
intolerancias. También es importante que el limpiador tenga el mismo pH de la piel (5.5) para que sea mucho más
respetuoso y compatible con ella. Según la experta el mejor método de limpieza
es: elegir un limpiador con una textura adecuada a la piel (crema, gel,
mousse…), y retirar con una gamuza o toalla de algodón (limpia), que arrastre
el sebo, la polución, etc.
3. Exfoliar la
piel dos-tres veces a la semana La exfoliación es el paso que ayuda a renovar
la superficie de la piel. Se pueden utilizar diferentes tipos de exfoliantes
(mecánico, químico o enzimático) y su frecuencia de aplicación será diferente
según el producto, diario o no diario. Como nos explica la especialista
Inmaculada Canterla “es muy importante utilizar exfoliantes adecuados según las
necesidades de cada dermis. Por ejemplo, en una piel acnéica, habría que
valorar la indicación de la exfoliación para que no sirva para extender la
infección”.
4. Aplicar principios activos prescritos por un especialista.
Cada piel tiene sus necesidades y por esta razón es imprescindible la
prescripción de un experto que pueda decir qué activos ayudarán en cada caso,
previo estudio exhaustivo de la piel.
Según Inmaculada Canterla, la Vitamina C es uno de los
principios que no debe faltar en ningún buen régimen antiaging por sus eficaces
funciones: poder antioxidante,
Tampoco pueden faltar moléculas con capacidad exfoliante en
limpiadores o en sérums específicos, para realizar una exfoliación de la capa
córnea de la piel con alfa-hidroxiácidos (ácido glicólico y ácido láctico) y
beta-hidroxiácidos (ácido salicílico), y evaluar parámetros como el acné,
cicatrices de acné, poros, textura de la piel, líneas finas y arrugas,
irregularidades pigmentarias y grosor de la piel.
cuidado piel Consejo fundamental: Ojo con
la aplicación de productos sobre la piel que no están prescritos por expertos. Los
cosméticos escogidos de forma incorrecta, con una frecuencia de aplicación mal
pautada, etc. pueden afectar a la piel, incrementando su sensibilidad, causando
un ligero enrojecimiento (eritema) o incluso un cambio de color. “No hay que
subestimar la importancia que tienen los productos que se aplican tópicamente
sobre la piel y su absorción. Estamos hablando de un órgano más de nuestro
cuerpo que necesita de un especialista que pueda asesorar sobre su cuidado. Si
casi nadie toma un antihipertensivo al azar, ¿por qué se usan productos para la
piel al azar?” nos aclara Inmaculada Canterla, que incide sobre la seriedad y
responsabilidad de saber qué nos estamos aplicando en nuestra piel y de la importancia
de acudir a los especialistas para la prescripción de tratamientos cosméticos o
cosmecéuticos especializados. dor de la melanina, antiinflamatoria, estimula la
producción de colágeno, etc. Es un activo apto para todo tipo de pieles, lo
único que hay que adaptar es su forma y derivado, según cada persona y su tipo
de piel.
5. Hidratar . La hidratación es otro de los pasos
indispensables para el cuidado de la piel. La piel necesita una hidratación
diaria adecuada a sus necesidades. La alteración de la función barrera de la
piel (de origen externo -factores climáticos, etc.- o una alteración interna
-de los componentes de la piel o de su manto ácido-), puede provocar la
deshidratación de la piel. Para ello, es importante que las fórmulas hidratantes
contengan ácido hialurónico y vitamina B5 (pantoténico), entre sus componentes,
para proporcionar una profunda hidratación y una protección antioxidante. “Las
pieles secas preferirán hidratantes con texturas más oleosas o lipídicas,
mientras que las grasas deben usar texturas acuosas” nos explica la experta en
Dermocosmética, Inmaculada Canterla.
6. Proteger . El filtro solar es obligatorio en toda
rutina diaria para el cuidado de la piel, tanto si estamos en verano como en
invierno. La farmacéutica y Directora de Cosmeceutical Center, recomienda
utilizar un filtro solar fotoestable y optimizado, es decir, de doble
protección: UVB y UVA. Sin parabenos y sin filtros químicos y por tanto con un
100% de tolerancia. “El 90% de los signos visibles de envejecimiento cutáneo
los causa la exposición al sol, por ello el mejor cosmético es siempre el
uso de protección adecuada acompañada de unos buenos hábitos frente al
sol” nos aclara la experta. Hay protectores secundarios que son aquellos que
incluyen reclamos publicitarios sobre protección solar pero cuyo cometido
principal no es proteger del sol, por ejemplo, una crema hidratante con SPF 15.
Además conviene recordar que bajo cualquier tipo de situación
meteorológica la radiación de rayos UVA es unas 17 veces mayor que las de los
rayos UVB, incluso si llueve, nieva, está nublado o hace sol. No hay que
olvidar el escote y el cuello. Hay zonas que pasan desapercibidas como el
cuello y el escote, pero que al mismo tiempo, son las principales zonas
delatoras de la edad. Como nos explica Inmaculada Canterla, “todo
dermocosmético o cosmecéutico debe aplicarse en el escote, el cuello y la cara,
puesto que si no, nos encontramos con un gran desequilibrio y veremos
diferencias en el grado de envejecimiento de ambas zonas, siendo además el
cuello y escote zonas especialmente visibles y difíciles de tratar”.
7. Ser
constante y darlr tiempo a la crema para que actue . “Hay que cumplir un ciclo terapéutico para
poder evaluar y realizar una crítica con fundamento de un producto” nos
explica. Difícilmente personas que no sean constantes en la aplicación y
realización de los protocolos, y que estén continuamente cambiando
aleatoriamente de productos, podrán juzgar, valorar o sacar conclusiones
fundamentadas. Además en muchos casos se desconoce el listado de ingredientes o
formulación del producto que se está aplicando.
8. Productos
multiusos Productos
multiusos en su justa medida. Según la experta de la SEMAL, los productos
multiusos pueden ser más o menos cómodos y prácticos, pero aconseja utilizarlos
solo para ocasiones especiales (ir de viaje, etc.), ya que cada producto va a
tener más alcance por separado. Por ejemplo, usar una limpiadora con efecto
hidratante puede ser práctica pero no debe usarse de forma habitual, al no
tener la misma eficacia que una hidratante específica.
9. Cambios en la
piel. La piel evoluciona y va cambiando con el paso de los años
y los protocolos también. El ritual cosmecéutico que sigamos ha de cambiar en
función de las necesidades de la piel en cada momento: cambio de clima, cambios
hormonales, cambios de secreción sebácea... “No hay que cambiar por capricho o
moda. El cambio debería de ser pautado y prescrito por profesionales para
seguir una especificidad” nos explica Inmaculada Canterla, Farmacéutica
especialista en dermocosmética
Gel Reductor de Cicatrices Bepanthol, de Bayer. Combina los efectos positivos de la silicona con el pantenol y otros humectantes para ayudar a prevenir su formación y para tratar la cicatrización excesiva tras la cirugía o por heridas
Idéalia Skin Sleep, de Vichy. Tratamiento de noche reparador de la calidad de la piel. Combina activos de referencia que actúan simultáneamente para una regeneración cutánea: ácido glicirrícico, ácido hialurónico, cafeína y aceites reparadores entre otros
Cleanance Expert Mañana y noche, de Avène. Concentrado en
una fórmula anti-imperfecciones, hidratante y matificante. Su fórmula favorece
la desaparición de granos y puntos negros, además de alisar la piel.
Keracnyl Repair Crema, de Ducray. Cuidado reparador. Crea
una fórmula con los ingredientes fundamentales, sin conservantes para el
cuidado de las pieles acneicas desecadas por los tratamientos con medicamentos,
como los retinoides orales
FUENTE: www.imfarmacias.es/
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