Poco
se habla de los hidralatos, sobretodo en España y aquí el mayor uso que se
les da es un uso cosmético.
El hidrolato es el agua residual que se forma por
condensación del vapor que ha atravesado la materia vegetal durante el proceso
de obtención de un aceite esencial por destilación por arrastre de vapor. Se le
llama hidrolato por el color blanquecino que tiene antes de la decantación
(“hidro” de agua y “lato” de leche).
Lo interesante
del hidrolato es que aparte de contener alrededor del 1% de las moléculas hidrosolubles del aceite esencial también contiene la fracción molecular
hidrosoluble de la planta. No contiene en sí el aceite esencial pues este es
por definición insoluble en el agua, pero sí que contiene la información.
Un hidrolato no presenta necesariamente las mismas propiedades atribuidas
al aceite esencial y en cualquier caso su actividad será menor…o eso nos
cuentan. Sin embargo queda mucho por descubrir, pues los hidrolatos no se
están estudiando ni tampoco utilizando a gran escala a nivel terapéutico.
Sin embargo los
hidrolatos existen desde hace más de 4000 años y antiguamente eran todavía más
preciados que las esencias de las plantas. Se han descrito los hidrolatos como
aguas con virtudes mágicas. En el siglo 18 se usaban más de 200 hidrolatos,
poco a poco fueron sustituidos por los aceites esenciales.
Hay un documental muy interesante sobre la
memoria del agua. Este documental (se puede ver aquí subtitulado
en castellano) presenta los últimos experimentos llevados a cabo por el
reconocido Pr. Luc Montagnier. Sus investigaciones retoman los descubrimientos
del científico Jacques Benveniste quién dedicó parte de su vida a demostrar que
el agua tiene la capacidad de memorizar ondas electro-magnéticas.
El Pr. Luc Montagnier con sus casi ochenta años ha retomado las investigaciones
en torno a la memoria del agua y encabeza un proyecto científico en China.
Los descubrimientos de Benveniste podrían dar una base científica a la
homeopatía y eso es en parte lo que despertó la desaprobación de muchos
científicos. A parte estos descubrimientos supondría un cambio de paradigma que
pocos están dispuestos a realizar.
Y ¿Porqué se
habla de la memoria del agua cuando se habla de los hidrolatos?…Pues
precisamente porque los hidrolatos son agua, agua que ha estado en contacto con
las moléculas de la planta y bien sabemos que las moléculas que componen los
aceites esenciales emiten ondas electromagnéticas! (ver artículo mencionado).
Es evidente para
mí que un hidrolato tiene un potencial terapéutico muy interesante porque
contiene la información completa de la planta.
El problema a día de hoy es que no son tantos los que los preconizan
para fines terapéuticos y no hay información científicamente contrastada.
El otro gran problema que tenemos es la calidad de los hidrolatos que
llegan al mercado.
Los hidrolatos son muy interesantes para tomar por vía oral para tratar un gran número
de trastornos de salud además no presentan contra-indicaciones ni toxicidades.
Pero ya que los hidrolatos son agua (aromática, ciertamente, pero agua), pueden
ser fácilmente contaminados por bacterias y por esta razón es muy complicado acceder a hidrolatos que sean 100% fiables para
un uso terapéutico por vía oral.
Mientras es posible disfrutar completamente
de las propiedades de los hidrolatos
a nivel tópico. (Aplicarlos
en la piel exige igualmente que usemos hidrolatos de calidad irreprochable y
con certificación biológica!)
Ofrecen interesantes propiedades para cuidar la piel y los podemos utilizar
además para preparar cremas hidratantes caseras y tónicos faciales.
Los hidrolatos como os podéis imaginar, no se conservan muy bien. Una vez
abierto, el frasco debe guardarse en la nevera.
Estos son algunos de los hidrolatos interesantes y fácilmente
disponibles para uso cosmético y/o terapéutico:
Azahar
El hidrolato de flor de azahar es uno
de los más conocidos y utilizados. Tiene propiedades calmantes y re-equilibrantes.
Al igual que el aceite esencial es un magnífico anti-estrés, es muy
reconfortante y su aroma muchas veces nos recuerda al dulce y tierno olor de
los bebés.
Es apropiado para todo tipo de pieles y en particular para personas
nerviosas. También será estupendo para incluir en la fase acuosa de nuestras
cremas hidratantes caseras.
Se puede combinar con el hidrolato de jara y de mirto verde para una marcada
acción anti-edad. Para pieles con acné recomiendo mezclarlo con hidrolato de
lavanda y si lo encontramos con hidrolato de romero verbenona.
Geranio
Astringente y re-equilibrante, calma
las pieles irritadas o inflamadas. Es ideal para pieles grasas, mixtas y con
acné.
Me parece muy interesante para los hombres, para aplicar después del
afeitado. En este caso se puede mezclar con hidrolato de jara y de lavanda.
Calma las picaduras de insectos y las quemaduras, se puede añadir
hidrolato de lavanda.
Jara
Muy astringente y con un potente olor
que no agradara a tod@s…el hidrolato de jara es sin embargo excelente para
incluir en la fase acuosa de una crema anti-arrugas. También es muy interesante
por sus propiedades purificantes, repararadoras y cicatrizantes. Se le atribuye
al igual que al aceite esencial propiedades hemoestáticas, sin embargo personalmente
opino que para este proposíto concretamente es muy mayor el efecto
producido por el aceite esencial.
Como he mencionado anteriormente, lo podemos mezclar con mirto y azahar, pero
también con geranio y siempreviva para un acción circulatoria y anti-inflamatoria.
Lavanda
El hidrolato de lavanda es un gran clásico, es refrescante y calmante, conviene
especialmente para calmar pieles irritadas o quemadas por el sol. Al igual que
el aceite esencial tiene propiedades cicatrizantes.
Es particularmente indicado para pieles con acné y grasas pues las purifica y
regenera.
También se puede añadir en el baño de bebé para un efecto calmante (2 a 3
cucharas soperas).
Para pieles sensibles, irritadas o reactivas se puede mezclar con hidrolato de
manzanilla romana y azahar.
Manzanilla Romana
Al este hidrolato se le atribuyen propiedades calmantes, regenerantes y
anti-inflamatorias. Calma las pieles inflamadas (ezcemas, psoriasis, cuperosis)
y es especialmente indicado para las pieles alérgicas. Se usa también para calma
irritaciones oculares.
Para la psoriasis podría ser precisamente interesante usarlo para usar con
hidrolato de siempreviva, arcilla blanca y aceites esenciales tales como la
mirra, el incienso, el mirto verde, el romero verbenona, la zanahoria y la siempreviva.
Mirto verde
El hidrolato de mirto verde fue uno de
los más preciados en cosmética. Se le llamaba durante la edad media “el
agua de ángel”.
Tiene propiedades astringentes, reafirmantes y regenerantes. El aceite esencial
de mirto verde es un activo natural de cosmética muy valioso. Sus propiedades
rejuvenecedoras han sido comprobadas a través de diferentes estudios.
Un estudio clínico concretamente demostró la acción anti-arrugas del
mirto verde. Se examinó el efecto de un extracto de hojas de mirto en 21
mujeres de entre 43 y 69 años. En comparación con el placebo, después de 28
días de aplicación dos veces por día, el número de arrugas había disminuido de
16%, en la superficie total de arrugas la reducción fue del 33% y en
cuanto a las arrugas eran un 36% más pequeñas (refiriéndose a la dimensión de
las arrugas).
Rosa damascena
Probablemente sea el más conocido y el
más utilizado, aunque desgraciadamente el agua de rosa que se vende hoy
día poco tiene que ver con un auténtico hidrolato.
Para mí, si solo quisiéramos tener un hidrolato en casa este sería el
que deberíamos elegir.
Es adecuado para todo tipo de pieles, tiene propiedades calmantes,
astringentes, tonificantes, es anti-edad y por poco que encontremos uno
“decente”, disfrutaremos de su delicado aroma.
Por vía externa los hidrolatos se usan tal cual, no es necesario
diluirlos en agua. Lo ideal es comprarlos con un tapón esprai o pasarlo a un
frasco de cristal de color azúl o ambar con esprai.
Fuente http://aromatraining.com/
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