La parte más alta de
la columna vertebral es la zona cervical, justo en el cuello, y tiene siete vértebras que son una cadena de huesecillos que se numeran
de C-1 a C-7. Se relacionan entre ellas mediante articulaciones, manteniendo
una distancia
gracias a los discos intervertebrales, con una musculatura y unos
ligamentos que permiten el movimiento. Dichas vértebras son las más pequeñas y
móviles de la columna, ya que esta parte soporta los cambios más intensos y
repentinos causados por el movimiento de la cabeza.
Hablamos de dolor cervical o cervicalgia para referirnos al que
se produce en la parte posterior del cuello y puede irradiar hacia a los lados,
con un malestar en la nuca y una limitación del movimiento normal del cuello.
LESION
La
contractura muscular es una contracción involuntaria y persistente de una parte
o de la totalidad de un músculo, que produce dolor. Este dolor se describe como
“sordo”, y se acompaña de una sensación de pesadez en la zona afectada
La
propia contractura muscular hace que la persona que la sufre note que el
músculo contracturado está duro y aumentado de tamaño, así como que es doloroso
al tacto. Tampoco funciona correctamente y el movimiento en el que está
involucrado el músculo afectado se ve limitado.
Por todo ello, a pesar de que no se trata
de una lesión grave, sí interfiere en la actividad cotidiana del individuo que
la sufre.
En algunos casos la contractura se debe a un
exceso de trabajo del músculo o a un sobreesfuerzo, y se limita
al músculo o grupo de músculos afectado.
Según la causa de la contractura se pueden
distinguir los siguientes tipos:
·
Durante el esfuerzo. Al
realizar un esfuerzo muscular grande, ya sea por la dureza del ejercicio o por
la falta de entrenamiento, el organismo no es capaz de depurar todas las
sustancias que se generan, y estas se acumulan y provocan dolor.
·
Posterior al esfuerzo. En
ocasiones, después de un ejercicio intenso en el que el músculo ha sido
sometido a una gran carga de trabajo, este se ve incapaz de retomar su estado
natural de relajación por la fatiga acumulada.
·
Residual. Tras una lesión importante (una
rotura de fibras musculares, una fractura, un esguince, un fuerte traumatismo),
la musculatura cercana a la zona lesionada tiende a contraerse como mecanismo
de protección.
2. ¿EL ESTRÉS PUEDE SER CAUSA DE DOLOR CERVICAL?
En los jóvenes, las principales causas de dolor en las cervicales son los traumatismos, las contracturas musculares y las posturas inadecuadas mantenidas durante un tiempo, que
sobrecargan la musculatura y activan los nervios del dolor. Además, el estrés aumenta la rigidez de la musculatura y dificulta la flexibilidad, y ello
puede provocar dolor.
Un ejemplo es el tirón cervical producido por un traumatismo con un
estiramiento brusco y excesivo del cuello, como ocurre en ciertos accidentes de coche o en caídas
violentas en la práctica de deportes. Causa dolor local intenso en el
cuello, con contractura muscular y limitación de la movilidad. Además, puede ir
acompañado de vértigo o sensación de inestabilidad. En cuanto al diagnóstico,
la radiografía sólo sirve para descartar la existencia de fracturas o
luxaciones en las vértebras cervicales.
3. EL DOLOR CERVICAL EN LA GENTE MAYOR
En cambio, en las personas mayores, el principal motivo de dolor se
produce por cambios degenerativos de los huesos, como la
artrosis.
El uso de los
collarines cervicales, además de las enfermedades traumáticas, tiene como
misión combatir el dolor, mediante la relajación de la musculatura. El collarín
debe combinarse con fisioterapia y rehabilitación, y no se debe usar de forma
prolongada, para evitar posibles dependencias que no harían más que complicar
la recuperación.
4. RECOMENDACIONES
Hay que tener cuidado
con las almohadillas cervicales. El mercado ofrece un
mismo diseño para todas las personas, y eso no es correcto. Así pues, sería
necesario que cada almohadilla se adaptara a la morfología de cada persona.
Otras recomendaciones
pueden ser, a la hora de conducir, además de utilizar el cinturón de seguridad,
procurar colocar correctamente el reposacabezas, que debe estar
inclinado hacia adelante y con la parte superior situada a la altura del límite
superior del cráneo. El asiento debe estar poco
inclinado.
Cómo actuar ante una contractura
muscular
El tratamiento de una contractura muscular, una
lesión leve, consiste en seguir unas sencillas pautas:
·
Evitar los ejercicios o posturas que han generado la lesión (en los
primeros momentos tras la lesión).
·
Aplicar calor seco en la zona afectada en los primeros estadios de la contractura. El
calor es un potente vasodilatador que contribuirá a eliminar las sustancias acumuladas
que provocan dolor, además de generar una sensación inmediata de alivio.
Aplicar un antiinflamatorio tópico
en la zona, como Calmatel®. Es un AINE de elevada eficacia analgésica y
antiinflamatoria.para el tratamiento de esguinces, contusiones, lumbalgia y
tortícolis. Esta formulación galénica permite realizar masaje, lo que aporta una sensación añadida de calor que está
especialmente indicada en este tipo de lesiones
·
El uso de
antiinflamatorios orales es útil en los casos en los que la contractura
muscular sea más intensa.
·
Aplicar masaje descontracturante en la zona afectada.
Eliminar por completo los síntomas de la
lesión suele precisara entre una y dos semanas. Sin embargo, si no se tratan
correctamente las contracturas se pueden cronificar, y será más difícil obtener
una recuperación completa y permanente.
Se recomienda consultar al farmacéutico o
al médico de cabecera en caso de dolores intensos e invalidantes.
5. TRATAMIENTO con aines (antiinflamatorios no esteroidicos)
El tratamiento de
primera elección para disminuir el dolor es el paracetamol, aunque si no se
mejora se puede combinar con elibuprofeno o algún otro antiinflamatorio. Si hay espasmo muscular, un relajante muscular puede ayudar a recuperar la movilidad.
5. CONSEJOS
1- Evite las malas posturas. Prevención
Como medida de prevención para las
contracturas, se recomienda:
- Evite
el sobreesfuerzo o trabajo continuo del músculo, así como mantener
un buen estado físico practicando regularmente ejercicio físico adecuado.
- Evite
gestos o movimientos repetitivos. Si son inevitables, por motivos
deportivos o laborales, es conveniente realizar pequeñas rutinas de
ejercicios de estiramiento y movilidad articular de las zonas expuestas a
la lesión (5-10 min, regularmente).
- Adopte
una correcta higiene postural, ya sea en el sofá viendo la televisión, en
la silla de la oficina, o incluso cuando duerma. Una mala postura
continuada provoca contracciones forzadas de la musculatura.
- Recuerde
que antes de emprender ninguna actividad física, es imprescindible un calentamiento acorde con el esfuerzo a
realizar.
2-No tome medicamentos
por su cuenta, consulte con el farmacéutico.
3- Si el dolor de
cervicales es persistente, consulte con el médico.
FUENTE https://www.clubdelafarmacia.com/